Alertan riesgo al turismo si Machu Picchu pasa a GORE Cusco
José Luis Silva advierte que entregar Machu Picchu al GORE Cusco sería un error grave
El exministro de Comercio Exterior y Turismo, José Luis Silva Martínez, advirtió que una eventual transferencia de la administración de Machu Picchu al Gobierno Regional del Cusco (GORE Cusco) podría tener efectos negativos irreversibles sobre el turismo en el Perú. En declaraciones recientes, afirmó que esta decisión podría “destruir el turismo”, al comprometer el atractivo más importante del país.
Para Silva, la solución no está en delegar la gestión a un gobierno regional, sino en establecer una autoridad autónoma que tenga control completo sobre Machu Picchu y otros sitios turísticos clave de la región. Dicha entidad, según indicó, debe actuar con independencia del gobernador regional y contar con capacidad de coordinación y ejecución técnica.
Machu Picchu como eje central del turismo extranjero en el Perú
Durante su intervención, el exministro recordó que Machu Picchu representa el principal motivo de visita para los turistas extranjeros que llegan al país. “El turista viene principalmente para visitar Machu Picchu y luego aprovecha para conocer otras ciudades y disfrutar de la gastronomía”, señaló.
En ese contexto, Silva calificó al santuario como “la joya de la corona” del turismo nacional y alertó que cualquier error en su gestión podría tener consecuencias directas sobre toda la cadena turística, desde el hospedaje y transporte hasta la oferta gastronómica en ciudades como Lima.
Críticas a la falta de articulación y advertencias sobre politización
Silva también criticó la falta de coordinación entre entidades públicas que actualmente intervienen en la gestión de Machu Picchu. A su juicio, la multiplicidad de actores sin una estructura clara genera ineficiencia, desorden y desatención a los turistas.
Además, cuestionó la intención del actual gobernador regional del Cusco, a quien acusó de tener aspiraciones políticas: “Ya ha dicho públicamente que quiere ser presidente del Perú”, afirmó Silva, insinuando un posible uso político de la administración del santuario.
Finalmente, advirtió que la situación podría empeorar con turistas durmiendo en las calles, largas colas y deterioro de la experiencia de visita si no se implementa una solución técnica y centralizada.