Canatur: venta de entradas a Machu Picchu requiere una reforma
Carlos Loayza, gerente de Canatur, afirmó que las medidas del Ministerio de Cultura son positivas, pero insuficientes
La Cámara Nacional de Turismo (Canatur) advirtió que los recientes anuncios del Ministerio de Cultura sobre la venta de entradas presenciales a Machu Picchu representan un avance, pero siguen siendo insuficientes para resolver el problema de fondo. Su gerente general, Carlos Loayza, sostuvo que la gestión del principal destino turístico del país necesita una reforma integral y moderna, que garantice sostenibilidad, buena experiencia para el visitante y desarrollo para la población local.
Cambios anunciados no resuelven los problemas estructurales
El Ministerio de Cultura informó esta semana que se implementarán tres medidas para mejorar la venta de mil boletos presenciales en Machu Picchu Pueblo (Aguas Calientes): la eliminación del ticket previo, el aumento de una a cinco ventanillas y la visualización en tiempo real del stock de entradas.
Si bien Canatur consideró positivas estas decisiones, Loayza advirtió que se trata solo de acciones paliativas frente a un sistema de gestión desfasado. Recordó que esta modalidad fue implementada en 2022 como medida temporal tras la pandemia, cuando el flujo turístico era bajo. Hoy, con la proyección de alcanzar 1.6 millones de visitantes este año, los niveles prepandemia han sido prácticamente recuperados.
Venta presencial y experiencia negativa
El representante gremial criticó que se mantenga un sistema presencial que genera largas colas, incomodidades, maltrato al turista e incluso coacción. “Se obliga al visitante a quedarse en Aguas Calientes, pero sin una oferta atractiva, sin servicios adecuados y sin facilidades para pagar con tarjeta o moneda extranjera”, señaló.
También denunció que hay denuncias de cobros irregulares o recargos si se intenta pagar con medios digitales, lo que incentiva malas prácticas. “Seguimos en la época de las cavernas”, ironizó.
Aforos, digitalización y diversificación de la oferta
Loayza destacó que otro punto crítico es la falta de fiscalización del aforo. Aunque el aforo oficial es de 4,500 personas por día en temporada baja y 5,600 en alta, el número real de ingresos registrados es mucho menor, debido a entradas compradas pero no usadas, sin posibilidad de reventa ágil. También propuso mejorar el control de permanencia dentro de la llaqta y usar brazaletes inteligentes para optimizar los circuitos.
Canatur también recomendó diversificar la oferta turística con actividades como avistamiento de aves, orquídeas y experiencias culturales al amanecer, que permitan distribuir mejor el flujo de visitantes y fomentar el pernocte en el pueblo. “Necesitamos una gestión como la que tienen otros patrimonios de la humanidad, como Angkor Wat en Camboya”, indicó.
Impacto de los bloqueos y daño a la imagen del Perú
El gerente de Canatur advirtió que los bloqueos en el sur del país también están afectando la imagen turística del Perú. Aunque Cusco no está directamente bloqueado, la percepción internacional negativa ya ha provocado cancelaciones de paquetes turísticos en Cusco y Puno, con una proyección de hasta 80% de afectación en algunos operadores.
“La imagen del Perú es una sola. No se habla de regiones, se habla del país”, lamentó Loayza, tras señalar que el turismo es experiencia inmediata y cualquier falla se propaga con rapidez. También pidió al Gobierno atender con urgencia la crisis para evitar más daños al sector.