César Álvarez habría cobrado coima a Odebrecht por carretera en Áncash
En pleno corazón de los nevados del Parque Nacional Huascarán se construyó una de las carreteras que se suponía iba a ser recordada como una obra de alta ingeniería que logró imponerse ante la accidentada y difícil geografía de la región Áncash, pero no fue así. La larga vía de asfalto, cuestionada por la Contraloría y por el Ministerio Público por sus presuntas fallas de ingeniería y su aparente costo sobrevaluado, fue hecha por la empresa brasileña Odebrecht.
La carretera San Luis – Chacas se hizo por un valor referencial de 404 millones 826 soles. Se especula que Odebrecht habría pagado una generosa coima a César Álvarez Aguilar, ex presidente regional de Áncash, hoy preso en Piedras Gordas, investigado por delitos de corrupción.
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Cuarto Poder muestra en exclusiva órdenes de pago y transferencias bancarias que el Departamento de Operaciones Estructuradas de Odebrecht, responsable del pago de sobornos, habría hecho por un valor de 2 millones 400 mil dólares a una cuenta off shore de Hong Kong, en China. Esta sería parte de una presunta coima que César Álvarez Aguilar habría exigido a cambio de facilitarle a la empresa brasileña esta megaobra: la carretera San Luis-Chacas de Áncash.
Según la investigación de la Fiscalía Supraprovincial Corporativa Anticorrupción, a cargo del fiscal Elmer Chirre Castillo, el hombre clave que habría movido los hilos de corrupción del entonces presidente regional de Áncash es: Dirsse Valverde Varas. Se trata de un ingeniero civil que, de acuerdo a los testimonios de los colaboradores eficaces, fue el “cajero” el “hombre de confianza” de Álvarez.
Hace menos de un mes, Valverde Varas, que estaba en la lista de los “más buscados”, fue detenido en un hostal de Breña por haber integrado la supuesta red criminal denominada ‘La Centralista’.
Dirsse Valverde Varas, de acuerdo a la información entregada por la misma empresa Odebrecht a la Fiscalía Supraprovincial Corporativa Anticorrupción, fue quien, a nombre de César Alvarez Aguilar, les habría exigido el pago del 2.5% del monto total de la obra carretera San Luis-Chacas a cambio de facilitarles la buena pro.
Valverde Varas fue funcionario del gobierno regional de Áncash entre el 2007 y el 2008 y, luego, se mudó a Lima para supuestamente hacer negocios con las grandes empresas de construcción y ofrecerles obras a cambio de beneficios económicos. Y todo con el presunto aval de César Alvarez Aguilar, aunque la defensa del ex gobernador regional desmiente cualquier vínculo entre ambos personajes.
De acuerdo al pedido de ampliación de las investigaciones que se le sigue a César Álvarez por el presunto delito de asociación ilícita para delinquir y lavado de activos, en el 2010, Dirsse Valverde Varas se contactó con funcionarios de Odebrecht y los habría convencido de participar en la licitación de la carretera San Luis-Chacas que se ejecutó bajo las reglas de la Organización de Estados Iberoamericanos (OEI).
Pese a que en ese momento César Álvarez Aguilar estaba con licencia en la gubernatura regional de Ancash, pues iba a postular a la reelección, él, a través de sus operadores, se habría comprometido, a toda costa, a realizar su parte: facilitarle a Odebrecht información relevante para ganar con éxito la buena pro y, así, lograr jugosos resultados económicos, a futuro, en los cambios estructurales y los sobrecostos de la carretera.
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Odebrecht hizo la megaobra en el Parque Nacional Huascarán.
Según los colaboradores eficaces, en medio de las negociaciones para la ejecución de la carretera San Luis-Chacas, Dirsse Valverde Varas se habría reunido con las cabezas de Odebrecht en el Perú para supuestamente pedirles la entrega del 2.5% del monto de la obra, cuya licitación, la empresa brasileña ganó sin problemas. La constructora, de acuerdo a su propia confesión ante el fiscal Elmer Chirre Castillo, aceptó sin rodeos pagar la coima que habría ascendido a casi tres millones de dólares en total.
La empresa brasileña justificó el soborno a través de contratos ficticios de órdenes de servicios por asesorías para dos supuestos operadores del ex presidente regional de Áncash: para el cajero Dirsse Valverde Varas y para Luis Cavassa Roncalla, un personaje que fue investigado por su participación en la masiva falsificación de firmas de Perú 2000 que permitió la re-reelección de Alberto Fujimori.
De acuerdo a las indagaciones, Dirsse Valverde Varas trabajó para Odebrecht, entre el 2010 y el 2012, realizando asesorías técnicas sobre las zonas críticas de la vía Interoceánica Sur y, por esa labor, habría recibido 463 mil 333 soles. En tanto, Cavassa Roncalla, habría hecho consultorías sobre informática y comunicación por un valor de 150 mil soles.
El problema está en que, la Fiscalía Supraprovincial Corporativa Anticorrupción, encontró que las consultorías supuestamente hechas por Valverde Varas fueron copiadas de trabajos altamente especializados y complejos que verdaderos ingenieros de Odebrecht ya habían hecho en la zona sur. Un plagio para el disimulo.
Cuarto Poder fue en busca de Luis Cavassa Roncalla para preguntarle sobre las supuestas asesorías que hizo para Odebrecht, pero no se le encontró en su vivienda de Surco.
Según los colaboradores eficaces, hombres clave de la empresa brasileña, hubo un momento en que ya no podían pagar la coima a través de asesorías simuladas. Entonces habría sido Dirsse Valverde Varas, el hombre de confianza de Álvarez, quien les entregó el número de cuenta de una offshore en Hong Kong, China, para que allí se transfiriera el restante del soborno, es decir, un total de 2 millones 400 mil dólares.
Odebrecht entregó órdenes de pago a la Fiscalía Supraprovincial Corporativa Anticorrupción. Son pagarés del Departamento de Operaciones Estructuradas, del departamento de sobornos que se encargaba de gestionar las coimas, a las que Cuarto Poder tuvo acceso en exclusiva, las mismas que se muestran por primera vez.
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La ruta del dinero
Según las indagaciones, la transferencia de 2 millones 400 mil dólares, supuestamente para el presidente regional de Áncash, César Álvarez Aguilar, salió de Brasil en 2011 a través del Meinl Bank Antigua, el banco que la empresa Odebrecht compró para la distribución de sobornos. Y, luego, directo y sin escalas, el abono fue a parar a una cuenta que el banco británico Standard Chartered Bank tiene en Hong Kong.
Los depósitos se hicieron en cuatro armadas de 600 mil dólares cada una. El beneficiario es Circuit Planet Limited que está ubicada en Hong Kong y que estaría vinculada al ciudadano Israelí Mario Fatelevich
Para corroborar la existencia de la offshore delatada por Odebrecht, el fiscal Elmer Chirre Castillo solicitó, a través de una nota diplomática del Consulado de Perú en Hong Kong, información sobre Circuit Planet Limited y, la División de Derecho Internacional de Justicia de Hong Kong informó al Perú que, en efecto, esa empresa estaba en su territorio y que el dueño de la cuenta sería el ciudadano israelí Mauricio Fatelevich.
Entonces, la búsqueda fiscal se volvió más intensa. Así encontraron que Mario Fatelevich, hijo de Mauricio Fatelevich, dueño de la offshore en Hong Kong, fue gerente de compras de Circuit Planet Limited , entre los años 2009 y 2011, y que, en el Perú, él también fue director general adjunto de Grupo Leafar SAC, empresa dedicada al rubro de la construcción en nuestro país.
Según los testigos del caso, en el 2011, Grupo Leafar SAC habría tenido vínculos con Dirsse Valverde Varas, la mano derecha de César Álvarez pues, en el 2011, esta empresa lo contrató como supervisor en una obra de construcción, un vínculo laboral que se mantuvo hasta el año 2014.
De acuerdo a la hipótesis de la investigación fiscal, es allí, cuando Dirsse Valverde habría conocido y entablado relaciones comerciales con el ciudadano israelí Mario Fatelevich quien presumiblemente le habría facilitado la cuenta offshore que la empresa de su padre tendría en Hong Kong, China, para que Odebrecht pudiera depositar el soborno de 2 millones 400 mil dólares.
Pero hay un indicio más. La Fiscalía Supraprovincial Corporativa Anticorrupción encontró que, entre el 2011 y el 2012, Mario Fatelevich, en sociedad, formó en nuestro país la empresa Sindarma Perú SAC. Así se adquirió un terreno ubicado en la cuadra 12 de la calle Cristóbal de Peralta en Surco, donde se tiene planeado construir departamentos.
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La propiedad costó 750 mil dólares y, según cheques de gerencia a los que accedió la Fiscalía, coincidentemente, Fatelevich aportó la suma de 600 mil dólares para esa compra, la misma cantidad de dinero que Odebrecht entregó en uno de los cuatro depósitos que hizo a la cuenta de la empresa del padre de Mario Fatelevevich, en Hong Kong. Cuarto Poder llamó a Fatelevich a Israel, donde vive actualmente, pero no contestó nuestras llamadas.
La hipótesis de la Fiscalía Anticorrupción es que Mario Fatelevich habría hecho negocios inmobiliarios en el Perú con la intención supuestamente de legalizar o blanquear el dinero ilícito que Odebrecht le habría entregado a César Álvarez Aguilar a cambio de facilitarle la obra de la carretera San Luis-Chacas en Ancash.
En este lodo de sobornos, ex presidentes regionales van desfilando uno a uno por los tribunales. Si antes la coima en Áncash era una especie de secreto a voces, hoy, los indicios encontrados complicarían aún más la situación legal de quien, antes, era dueño y señor de una de las regiones tremendamente azotadas por esa peste llamada corrupción.