Casonas históricas vulnerables tras el sismo en Lima
Sismo de 6.1 deja en riesgo casonas antiguas en Lima y el Rímac
El sismo de magnitud 6.1 registrado este domingo en Lima y Callao dejó al descubierto el deteriorado estado de antiguas casonas y balcones del centro de Lima y el distrito del Rímac. Estas estructuras, muchas de ellas del siglo XVIII, están construidas con materiales como adobe y quincha, lo que las hace especialmente vulnerables frente a movimientos sísmicos.
Según el Instituto Geofísico del Perú (IGP), el movimiento telúrico ocurrió a las 11:35 a.m. con epicentro a 30 kilómetros al suroeste del Callao, a una profundidad de 49 kilómetros. La sacudida fue percibida con intensidad en varios distritos de la capital, generando alarma entre los ciudadanos.
En zonas como Miraflores y Chorrillos, vecinos reportaron derrumbes en los acantilados del circuito de playas de la Costa Verde. Sin embargo, en el Rímac y el centro de Lima, el foco se centró en las estructuras coloniales que podrían no soportar un evento sísmico de mayor magnitud.
¿Qué acciones se están tomando para proteger estas estructuras?
Vecinos del Rímac declararon a América Noticias que representantes municipales se han acercado recientemente para anunciar la implementación de apuntalamientos en algunos inmuebles, como medida preventiva para evitar colapsos. Estas acciones buscan estabilizar los predios sin intervenir directamente en su arquitectura, debido a su condición de patrimonio.
Uno de los residentes indicó: “Estamos a la espera que vengan a hacer las mejoras. Como está considerado patrimonio, tenemos que conservar, no podemos tocar nada y cuidarlo hasta donde podamos”.
Estas restricciones impiden realizar remodelaciones o refuerzos estructurales por cuenta propia, lo que agrava el peligro para quienes aún habitan en estos inmuebles. La falta de mantenimiento sumada al paso del tiempo ha deteriorado progresivamente las estructuras.
¿Qué implicancias tiene para la seguridad ciudadana?
La permanencia de familias en casonas en mal estado representa un alto riesgo en una ciudad que ya ha experimentado sismos de gran magnitud. Aunque las medidas anunciadas por las municipalidades buscan contener daños a corto plazo, la necesidad de un plan integral de restauración y conservación es cada vez más urgente.
Este tipo de inmuebles son comunes en los cascos históricos, especialmente en zonas de alto valor cultural y arquitectónico. La inacción prolongada podría traducirse no solo en pérdidas materiales, sino en pérdidas humanas ante un desastre mayor.