La historia de los presuntos responsables de secuestros
La Policía Nacional capturó a dos venezolanos integrantes de una banda que utiliza el secuestro como fachada para asesinar por encargo de terceros
Estos dos detenidos son el eslabón de una gran cadena criminal extranjera que la policía ya empezó a desmembrar. Ambos son venezolanos y les seguían el rastro desde hace unos meses, desde que se produjeron los últimos secuestros con finales fatales en Lima: el del empresario Jesús Acuña en marzo pasado y el del odontólogo Cristian Quispe Culqui en el mes de abril.
En ambos casos, los secuestrados fueron torturados y luego asesinados con disparos en el tórax y en la cabeza, para después arrojar sus cuerpos en la Panamericana Sur, sin cobrar por el rescate. Coincidentemente, escogían la madrugada de un domingo para deshacerse del cuerpo. Una situación sumamente extraña que llamo la atención de los agentes de la División de Secuestros de la Policía Nacional.
Lo que para la policía empezó como una investigación por secuestro, ahora apunta a una bien montada organización de sicarios a sueldo que más bien utilizan el secuestro como fachada para matar por encargo de un tercero. Son delincuentes venezolanos organizados que actúan con suma crueldad y de manera rápida, sin dejar alguna posibilidad de negociación a las familias de sus víctimas.
En este video se ven las que parecen fueron las últimas horas de vida de Jesús Acuña Giordano, un empresario de autopartes que fue secuestrado en la misma puerta de su negocio en independencia. Sus captores lo reglaron por varios días, observaron sus movimientos, conocieron sus horarios, su rutina, hasta que el 17 de marzo pasado cuatro sujetos lo encañonaron, lo metieron a una camioneta Toyota prado y se lo llevaron con rumbo desconocido. Todo quedo registrado por esta cámara de seguridad.
Se observa también a un carro negro, que los secuestradores utilizaban para cualquier contingencia.
A través de mensajes de WhatsApp, los secuestradores exigieron a los familiares de Acuña Giordano el pago de 300 mil dólares. Una suma exorbitante, imposible de cumplir.
Sólo cuatro días después y sin una negociación pese a la insistencia de su hijo quien ofrecía pagar un monto menor, los secuestradores acabaron con la vida del empresario. Murió estrangulado según la necropsia. Luego le dieron 3 tiros para rematarlo, 2 en el pecho y uno en la cabeza. El siguiente paso era deshacerse del cuerpo.
Los videos de las cámaras de seguridad del distrito de San Borja permitieron a la policía reconstruir ese momento.
Era la madrugada del lunes 21 de marzo y otra vez, vemos a la camioneta Toyota prado negra , en la que se secuestraron al empresario aparecer en escena pero ahora circula por las calles de san Borja, lleva en su interior el cuerpo sin vida de acuña, junto a la camioneta, se observa al vehículo negro de marca changan de placa CCA 612, que de acuerdo a la investigación policial pertenece a Francar Reaño Sánchez, el brazo logístico de esta organización y encargado de proveer de autos a la banda. El vehículo figura a nombre de la empresa KUZOBA SAC y según la policía fue adquirido por reaño mediante un contrato de alquiler venta.
Aquella madrugada, recorrieron varias calles de San Borja. Eran las 3 y 45 de la mañana y se identifica a la camioneta Toyota en la Panamericana Sur, minutos después se observa a los 2 vehículos ingresar por la vía de acceso hacia la escuela de la policía militar, 2 minutos después retoman su recorrido. Luego se les observa por la alameda picaflores, va un vehículo detrás del otro. Otra vez secundando su paso como el día del secuestro. Continúan su recorrido por las intersecciones de la calle hermano lobo con el jirón garzas, vuelven a aparecer juntos, hasta que salen por la vía alterna a la Panamericana Sur. Finalmente arrojan el cadáver en un jardín desolado al lado de la Panamericana Sur, muy cerca al pentagonito. Allí se encontró horas más tarde el cuerpo del empresario.
En el caso del odontólogo Cristhian Quispe, su cuerpo fue encontrado también a un lado de la Panamericana Sur. También con 2 disparos en el tórax y uno en la cabeza. Igualmente fue hallado un lunes muy temprano después que lo dejaran allí durante la madrugada. Pedían 100 mil soles por su rescate, pero como en el otro caso, tampoco hubo un tiempo prudente para la negociación.
El otro identificado como parte de la banda es Kleiverman Peña Fumero, quien está prófugo. En ambos casos la policía asegura tener evidencias de que el secuestro fue una fachada y en realidad los delincuentes fueron contratados por alguien para acabar con ellos.
En el caso del odontólogo, incluso hay una persona detenida y todo apunta a que ella misma mandó asesinarlo. Se trata de la venezolana Jorgelys Viloria, quien luego del secuestro huyó a su país, pero hace pocos días fue detenida y ahora se tramita un pedido para que sea traída al Perú para responder por el crimen del odontólogo.
Además de estos dos hechos, la policía investiga otro hecho que parece tener relación con esta organización. Se trata del secuestro frustrado de la empresaria Lesly Cusqui ocurrido en Los Olivos en junio pasado.
Se sospecha que alguien quería eliminarla y también contrató los servicios de estos venezolanos. Según la policía, el automóvil Toyota negro de placa cad-537 con el que intentaron llevarse a la empresaria esa mañana tiene vinculación con Francar Reaño. El auto figura a nombre de la empresa ZOEGER RENTING SAC y al igual que el vehículo que participó en el secuestro de Acuña Giordano, habría sido adquirido por el venezolano mediante un contrato de alquiler venta.
Ambos detenidos ya están en prisión y por ahora deberán cumplir 15 meses de prisión preventiva a la espera de su condena. Mientras tanto, la policía apunta acabar con el resto de esta peligrosa banda de delincuentes venezolanos antes que vuelvan a asesinar a pedido, escondidos tras la fachada de una organización dedicada al secuestro.