Día del Pollo a la Brasa: más de 13 mil pollerías celebran hoy
Cada tercer domingo de julio, el Perú celebra uno de sus símbolos gastronómicos más queridos: el Día del Pollo a la Brasa. Este plato, consumido por millones de peruanos cada semana, se ha convertido en una tradición que trasciende clases sociales y regiones. Desde 2010, la fecha conmemora no solo su sabor inconfundible, sino también el impacto económico y social que genera.
El pollo a la brasa no solo es uno de los platos más consumidos, sino que mueve una impresionante cadena económica. Actualmente, existen más de 13 mil pollerías en todo el país y la industria genera ingresos que superan los S/ 11 mil millones anuales, según datos oficiales.
160 millones de pollos al año: 20% de la producción nacional
En términos de volumen, se calcula que al año se destinan aproximadamente 160 millones de pollos solo para este platillo, lo que representa cerca del 20% de la producción nacional avícola. El consumo per cápita en el Perú alcanza los 57.5 kilos al año, el más alto de América Latina, superando incluso a países como Brasil o México.
El Ministerio de Desarrollo Agrario y Riego (Midagri) ha destacado que el pollo aporta el 70% de las proteínas de origen animal consumidas por los peruanos, convirtiéndose en una fuente clave de nutrición accesible.
Una cadena que emplea a 460 mil personas
Pero detrás de cada pollo a la brasa hay mucho más que un plato servido en la mesa. Toda una cadena productiva se moviliza para que llegue al consumidor final. Desde los agricultores que cultivan las papas y los ajíes, hasta los granjeros, distribuidores, cocineros, mozos y repartidores, este ecosistema gastronómico involucra a más de 460 mil personas en todo el país.
El crecimiento del sector ha sido sostenido. Según el Midagri, el consumo de pollo ha tenido un aumento promedio del 6% anual durante la última década, lo que refleja tanto la preferencia del consumidor como la expansión del mercado interno.
Reconocimiento nacional y proyección internacional
El pollo a la brasa no solo es un fenómeno nacional. En los últimos años, ha ganado espacio en mercados internacionales como Estados Unidos, España o Chile, donde restaurantes peruanos lo ofrecen como estandarte de nuestra gastronomía. La marca país se ve fortalecida gracias a este emblema culinario que ya traspasa fronteras.
El Instituto Nacional de Cultura lo reconoció como parte del patrimonio cultural gastronómico del Perú, y su día oficial, instaurado en 2010, es celebrado no solo con promociones, sino con actividades en colegios, centros de trabajo y eventos públicos.