Fuad Khoury: Estado de comisarías revela abandono estatal

El excontralor general de la República, Fuad Khoury, alertó sobre el crítico estado en el que operan muchas comisarías del país, señalando que el informe de la Contrloría 40 % de estos locales son inhabitables.

En diálogo con canal N, explicó que existen más de una decena de informes elaborados desde 2015 que documentan las fallas estructurales y de equipamiento en las comisarías, tanto en Lima como en las regiones.

Khoury subrayó que los problemas son conocidos desde hace años por el Ministerio del Interior y la Policía Nacional. “Diagnósticos existen de sobra. Lo que falta es decisión política y gestión efectiva”, afirmó.

Según explicó, las comisarías representan la célula básica de la seguridad ciudadana, pero ocupan el último eslabón en la estructura organizacional de la policía, lo que las deja sin recursos, sin personal suficiente y sin respaldo institucional.

Bajísima ejecución presupuestal y ausencia de mantenimiento

Uno de los puntos más críticos señalados por el excontralor es el bajo nivel de ejecución del presupuesto asignado a las comisarías. Según datos revisados por Khoury, en algunos casos la ejecución no supera el 20 %.

También cuestionó que muchas compras, como patrulleros o chalecos antibalas, no incluyen contratos de mantenimiento, lo que acelera su deterioro y los deja inservibles. “Se compran bienes que se malogran al poco tiempo y nadie se hace cargo”, advirtió.

Falta de condiciones básicas desmotiva al personal

Khoury remarcó que la moral de los efectivos policiales se ve afectada por las condiciones de precariedad en las que trabajan. Mencionó casos en Lima donde comisarías a escasas cuadras de Palacio de Gobierno carecen de computadoras funcionales o internet estable para recepcionar denuncias.

“Entrar a una comisaría no es una experiencia positiva para el ciudadano. Y eso debe cambiar”, apuntó el excontralor. 

Propuestas: reingeniería y fortalecimiento de base

Para enfrentar esta situación, Khoury propuso una reforma que fortalezca el rol de los comisarios, mejore su formación, eleve su rango y les dote de los recursos mínimos para operar de manera eficiente.

“Antes de llenar discursos sobre seguridad, hay que empezar por lo básico: asegurar que cada comisaría funcione, tenga papel, computadora, conexión, movilidad y personal operativo”, concluyó.