Incendio destruyó fábrica de plásticos en San Juan de Lurigancho
Fábrica de plásticos fue consumida por el fuego en San Juan de Lurigancho durante la madrugada navideña
Un incendio de gran magnitud consumió una fábrica de plásticos ubicada en el sector tres de Canto Grande, en el distrito de San Juan de Lurigancho, durante las primeras horas de la Navidad. Más de 80 bomberos y al menos 15 unidades fueron necesarias para controlar el siniestro, calificado como código tres debido a su complejidad.
El fuego se inició pasada la medianoche, mientras los vecinos celebraban en familia. Según testigos, se escucharon explosiones provenientes del interior de la planta, lo que generó alarma entre los residentes.
Fuegos artificiales habrían causado el incendio
De acuerdo con versiones de los vecinos, la posible causa del siniestro sería el uso de fuegos artificiales. Algunos relataron que los artefactos habrían ingresado al local por aberturas en el techo, lo que habría iniciado el fuego en una zona con materiales altamente inflamables.
La fábrica, dedicada a la producción de bolsas de plástico, contenía insumos que facilitaron la propagación del fuego. El segundo piso del inmueble también se vio comprometido. Las autoridades aún investigan las causas exactas del incendio.
Evacuaciones y apagón eléctrico por seguridad
Ante la magnitud del fuego, se interrumpió el suministro eléctrico en la zona y se procedió a evacuar a decenas de familias por prevención. Los bomberos utilizaron una escalera telescópica para evitar que las llamas se extendieran a las viviendas cercanas, lo que permitió controlar la situación sin que se reportaran víctimas.
Los vecinos destacaron que, a pesar de no haber heridos, muchas familias pasaron la madrugada navideña en la calle, alejadas de sus viviendas por motivos de seguridad.
Investigaciones determinarán responsabilidades
Ambos siniestros están siendo investigados por las autoridades competentes, quienes deberán esclarecer si efectivamente los fuegos artificiales fueron los responsables directos.
Los incidentes reavivan el debate sobre el uso de pirotécnicos en zonas urbanas densamente pobladas y con materiales inflamables. Mientras tanto, los bomberos continúan monitoreando las zonas afectadas para evitar que se reaviven focos de calor o nuevos incendios.