Martín D´Azevedo: Municipalidad de Lima no puede sostener vías sin cobrar peaje
D´Azevedo advirtió también que la resolución del contrato con Rutas de Lima podría generar consecuencias graves si se declara inválida en instancias internacionales. Explicó que el resultado final del proceso podría aún revertirse en favor de la empresa
La Municipalidad de Lima no tiene capacidad financiera para asumir el mantenimiento de las vías administradas por la concesionaria Rutas de Lima si se suspende el cobro de peajes, según explicó el abogado especializado en gestión municipal Martín D´Azevedo.
En diálogo con canal N, precisó que actualmente la comuna no dispone de liquidez y se encuentra en una situación financiera quebrada.
El análisis surge luego de que la municipalidad anunciara su intención de administrar de forma temporal las vías de acceso sur sin exigir el pago de peajes, mientras continúa un litigio judicial aún no resuelto en última instancia.
Según D´Azevedo, este escenario representa riesgos económicos y jurídicos significativos para la capital y para el Estado.
La Municipalidad de Lima atraviesa una quiebra financiera
Martín D´Azevedo indicó que la Municipalidad de Lima enfrenta una situación de quiebra financiera, aunque no presupuestal. Esto significa que no cuenta con recursos líquidos para ejecutar servicios esenciales, como el mantenimiento vial, sin ingresos adicionales.
El abogado recordó que desde la gestión de Rafael López Aliaga se realizaron emisiones de bonos que podrían generar ingresos recién a partir del quinto o sexto año.
Mientras tanto, la falta de liquidez afecta la capacidad operativa del municipio y limita su margen de acción frente a emergencias administrativas o judiciales.
Mantenimiento de vías sin peaje solo sería posible con financiamiento externo
Consultado sobre la viabilidad de operar las vías sin cobrar peaje, D´Azevedo señaló que solo podría implementarse de forma temporal si la Municipalidad obtiene financiamiento del gobierno central, de su caja municipal o de créditos del sistema financiero nacional.
Sin embargo, advirtió que la opción de endeudarse está restringida, ya que muchos de los ingresos municipales están comprometidos a largo plazo. Según explicó, los ingresos por arbitrios y otros tributos ya han sido hipotecados por varias gestiones pasadas.
Además, resaltó que los ingresos derivados del cobro de peajes no eran menores: cerca del 80% se destinaba a la recuperación de la inversión privada y el 20% restante al mantenimiento, lo que implica un costo significativo para cualquier administración que pretenda asumirlo sin ingresos propios.
Riesgo de fallo internacional en contra del Estado peruano
D´Azevedo advirtió también que la resolución del contrato con Rutas de Lima podría generar consecuencias graves si se declara inválida en instancias internacionales como el CIADI.
El contrato en disputa es un contrato-ley, protegido constitucionalmente como garantía de estabilidad jurídica para los inversionistas.
El experto consideró que es probable que los tribunales internacionales fallen a favor de la empresa, debido a que la resolución del contrato se dio de forma unilateral y sin agotar las instancias judiciales internas.
En tal escenario, el perjuicio económico no recaería solo en la Municipalidad de Lima, sino también en el Estado peruano, representado por el Ministerio de Economía y Finanzas. Esto implicaría el pago de una eventual indemnización con recursos del erario nacional.
Situación judicial aún no está resuelta
Actualmente, el litigio entre la Municipalidad de Lima y Rutas de Lima se encuentra en primera instancia. Aunque inicialmente se falló a favor de la empresa, la comuna logró revertir el fallo, pero la empresa ha apelado esta decisión.
D´Azevedo estimó que la resolución de la apelación podría tomar alrededor de seis meses debido a la carga procesal del Poder Judicial.
El especialista explicó que el resultado final del proceso podría aún revertirse en favor de Rutas de Lima, lo cual restituiría el cobro de peajes. Mientras tanto, Lima busca administrar las vías en plena temporada de verano, cuando el tránsito vehicular se incrementa hasta en 80%.