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Una muerte sin explicación en el Jockey Plaza

La fiscalía investiga como un posible homicidio el extraño fallecimiento de un hombre que entró al Jockey Plaza pidiendo ayuda ante una amenaza de muerte que recibió en la calle

Video: Cuarto Poder

El domingo 8 de enero del 2023, aquí, en el Jockey Plaza, ocurrió un hecho que las autoridades investigan como un homicidio a plena hora del día. Han pasado cinco meses y no hay testigos, no hay culpables ni siquiera sospechosos de quién asesinó a Eric Rodríguez Castillo.

Tras recibir la llamada, Andrea Rodríguez, hermana de Eric, pensó que de seguro querían engañarla, estafarla y extorsionarla con el cuento del familiar detenido. En la mañana, Eric había salido tranquilo de casa diciendo que iría a comprar y que pronto volvería. El teléfono, entonces, volvió a sonar.

Eric Rodríguez Castillo supo ser inmensamente feliz. Este ingeniero de sistemas de 34 años le bailaba, sin falta, todos los febreros a su Virgen de la Candelaria en Puno. Era socio del Real Madrid y de la selección de Alianza Lima en Esports. Coleccionista de peluches, amante de sus dos perros, gran vecino en Salamanca, Lima, gran amigo de todo aquel que se cruzara en su camino. En una palabra y en resumen justo, lo apodaron “Miku”, el amigo de todos.

Eric, el “Miku” que le huía al conflicto, también huía de algo o de alguien la tarde del domingo 8 de enero. En plena luz del día, pasadas las 2 y 30 de la tarde ingresó pidiendo ayuda al Jockey Plaza, pero hora y media después murió.

Las cámaras de seguridad muestran que un auto negro sobrepara en plena Javier Prado a las 2 de la tarde con 37 minutos. Eric, desde ahí, cruza la vía auxiliar, hacia la puerta peatonal 1 del Jockey Plaza.

Este ángulo registra la entrada de Eric nervioso, mirando hacia atrás. Ingresa a Tottus donde es atendido por un agente de seguridad. Según el parte policial, le dice que alguien lo persigue, que lo han amenazado de muerte. El agente lo escucha con interés. El joven luce angustiado.

Casi 10 minutos después, a las 2 y 46 de la tarde Eric escribe a alguien y le llama por teléfono. Más personal de la tienda se mantiene cerca. Un agente sale hacia la avenida Javier Prado para pedir ayuda ante la amenaza de que en la calle alguien quiere atentar contra el chico. Las imágenes certifican que, aunque preocupado, Eric se encuentra estable, consciente, coherente, sin heridas, con la ropa impecable, zapatillas blancas, jean azul, polo negro, la mochila a la espalda y su casaca.

Decenas de familias caminan alrededor. Nadie imagina lo que aquí se vivía. Nadie, ni siquiera Eric, sabía que eran sus últimas horas con vida.

Tras casi 20 minutos de espera, a las 2 y 56, Erick y el personal de seguridad se acercan a la puerta de Tottus. Por fin llega la autoridad, un policía de tránsito.

Pero las cosas no funcionan como se esperaba. Eric parece estar en desacuerdo con algo. Lo están invitando a salir y él se niega. Se desespera y decide ingresar al área de productos de Tottus. Lo que haya en la calle le asusta más que quedarse aquí a la fuerza.

Lo llegan a empujar. Quienes lo conocen, aseguran que aquí debía estar sumamente avergonzado del mal espectáculo, pero el personal de seguridad insiste y a empujones logra sacarlo de Tottus.

Eric sale apresurado con sus cosas en la mano y sale del centro comercial. Son las 3 y 3 de la tarde. Ya lleva 26 minutos intentando refugiarse dentro del Jockey Plaza.

Eric tiene al frente a todo un grupo de personal de seguridad que a los segundos es secundado por el policía que se suponía había entrado a ayudarlo.

Los videos del Jockey Plaza registran a Eric sumamente alterado por estar en la calle, corre e ingresa nuevamente al Jockey Plaza por la puerta vehicular. Las cámaras que apuntan al estacionamiento VIP lo captan corriendo a las 3 y 5 de la tarde, directo hacia la puerta de Falabella.

Las cámaras de Falabella registran la apresurada entrada de Eric, zapatillas blancas, mochila y casaca en mano. Está agitado y siempre busca su seguridad. Ingresa intentando confundirse entre los compradores. Los distintos ángulos lo muestran hablando incluso con las vendedoras. Está preocupado. Mantiene la mochila en la mano con la casaca colgando. Se le ve nervioso. El agente de seguridad ya ha sido advertido y le pide que se vaya. Eric no quiere. El personal insiste con que se retire.

Eric guarda la casaca en la mochila para acomodarse en medio de este ajetreo. El de seguridad lo quiere acompañar, pero Eric se niega y avanza hacia dentro de la tienda. Aquí, en este instante, se nota que él solo quiere quedarse dentro del centro comercial, después que, según testigos, manifestaba haber recibido una amenaza en la calle. Mochila en mano pretende mimetizarse como cliente, pero huye cuando ve al personal de seguridad cerca.

A las 3 con 12 de la tarde se le vuelve a ver correr, pero un vigilante le pide salir. Eric no quiere. Luce angustiado. Las personas lo miran y el agente de seguridad lo invita a retirarse nuevamente. Cerca de la puerta la negociación continúa. Una y otra vez, Eric sigue rogando por no ser expulsado a la calle, pero a las 3 y 16 de la tarde logran que salga de la tienda.

Una cámara externa del Jockey Plaza capta su salida y su primera caída. Se va contra los arbustos y parece quedar herido. Según los testigos, aquí su cabeza empezó a sangrar. Desde las 2 y 37 de la tarde, Eric ya lleva 40 minutos dentro del Jockey Plaza. A las 2 y 37 de la tarde ingresó por la puerta peatonal directo a Tottus, lo hicieron abandonar el centro comercial, pero reingresó por la puerta vehicular del Jockey directo a la tienda de ropa de Falabella. Tras recuperarse de su caída frente a la puerta de esa tienda por departamentos, vuelve a entrar, pero a la zona de venta de terrazas.

Siendo las 3 y 19 de la tarde, la cámara capta a los compradores asustados con la escena de Eric tras haberse caído en el estacionamiento. El joven ingresa ya sin zapatos y sin su mochila. Toma un respiro. Un hombre de seguridad se acerca a él. Eric va perdiendo esperanzas de que el personal o alguien aquí dentro pueda ayudarlo y no expulsarlo del centro comercial. Deja su casaca. Sin más alternativa, quizás porque esta tienda era muy pequeña para camuflarse entre clientes, decide salir nuevamente.

Esta imagen capta el desconcierto de las personas afuera de la tienda. Son las 3 y 20 de la tarde. Eric parece cansado. Después del recorrido que empezó a las 2 y 37 de la tarde dentro del Jockey Plaza, ahora Eric busca quedarse en esta esquina de salida de autos entre las tiendas del centro comercial.

Eric se tropieza y cae al lado de un auto. Un hombre se le acerca. Los agentes le hablan. Esta zona es parte del estacionamiento del Jockey Plaza. Sigue negándose a retirarse del centro comercial. Uno de los agentes lleva la casaca que Eric dejó dentro de la tienda. Se ha caído, lo jalan. La atención de las personas es permanente. Muchos son testigos de algo que minutos después tuvo un desenlace mortal, un final sin explicación hasta hoy, 6 meses después.

Eric está sentado en la vereda. Evidentemente se aferra a quedarse, no quiere salir del Jockey Plaza, un centro comercial que conoce pues vive a sólo minutos y visitaba con frecuencia. Una mujer ha traído su mochila, a fin de que sea retirado con sus pertenencias completas. Una vez más se ve al policía de tránsito en el lugar.

Los agentes siguen hablando con Eric, aun en el piso. Él se incorpora y da vueltas. Lo cargan, empieza el jaloneo. Se cae. La cámara tiene puntos ciegos en estos momentos cruciales que la familia quisiera poder entender. Son las 3 y 28 de la tarde y desde esta cámara no hay una imagen directa de lo que está pasando con Eric.

La otra cámara que puede registrar estos momentos, estos minutos finales de Eric es esta. Una cámara giratoria con capacidad de 360 grados. Pero el domo va y viene, no puede verse a Erick en una sola toma larga y de corrido. La cámara gira incesantemente en minutos que son los últimos en la vida de Eric. El poste aquí también genera puntos ciegos. Desde este ángulo solo queda la evidencia de que, en un momento, algo llama la atención de las personas.

3 y 43 de la tarde. Ya van 23 minutos de Eric ubicado en este lugar que las cámaras de seguridad no pueden registrar en su totalidad.

Luego de 30 minutos de Eric en este punto casi ciego a las cámaras, un agente corre para pedir la ambulancia. Una ambulancia que todo el tiempo había estado estacionada a pocos metros de aquí. Mientras tanto, intentan auxiliar al joven.

A las 3 y 51, llega la ambulancia con personal especializado ante un Eric cuyo cuerpo apenas podemos ver. Ha dejado de moverse.

La cámara por fin ha dejado de girar y se mantiene quieta. Se hace un acercamiento. Siendo las 3 y 55 de la tarde, la ambulancia abre la puerta. Eric es subido a la camilla en condiciones radicalmente opuestas a cómo llegó al centro comercial.

A las 3 y 57 de la tarde la ambulancia del Jockey Plaza sale del lugar llevando a Eric consigo. Entre su ingreso y salida del centro comercial pidiendo auxilio pasaron 1 hora y 30 minutos.

Entre la puerta del Jockey Plaza y la puerta de emergencia de la Clínica San Pablo hay apenas 5 minutos de distancia. El parte policial señala que en este camino “el doctor indicó que el paciente estaba sufriendo un paro cardiorrespiratorio (...), le realizó el RCP y evaluación de signos vitales, llegando e ingresando a la clínica San Pablo a las 4 y 3 aproximadamente”. Con Eric ya cadáver, el médico de la clínica “diagnosticó muerte sin asistencia ordenando su traslado al mortuorio de dicho nosocomio”.

Eric, el chico de los bailes ancestrales, el Micu, el que se robaba el show en cada fiesta, había muerto en plena luz del día a pocos minutos de casa luego de estar casi hora y media pidiendo ayuda en uno de los centros comerciales más grandes del país. El informe pericial certificó que tuvo una vida sana. Nunca consumió drogas y ese día el nivel de alcohol en su sangre apenas bordeaba un 0.39 gramos por litro. No registra antecedentes judiciales ni denuncias en su contra.

Rudiar Castillo es médico residente en Estados Unidos, y es primo hermano, más hermano que primo, de Eric, su aliado y confidente desde la infancia. Leer la necropsia de lo sucedido ha sido el peor dolor que jamás ha sentido.

El Jockey Plaza, sin un diálogo directo, ha respondido a Cuarto Poder a través de un mensaje de correo. Dice que “dentro de sus instalaciones no existió ninguna golpiza, y que los daños fueron producto de las reiteradas caídas de Eric contra el pavimento”. Acusan “más bien” a Eric de “generar disturbios en los diversos establecimientos”. Agregan que “luego de que el Sr. Eric se autoinflingió daños, de inmediato se acercó la ambulancia”.

Los mismos argumentos del Jockey Plaza, los deudos también los han sentido en la policía y en la primera fiscal que atendió el caso, Ludyt Requejo Carpio. Van seis meses en una pelea que parece de David y Goliat, en una investigación por homicidio que se puede archivar sin que se halle un solo responsable hasta hoy.

Héctor Torres, amigo de Eric, tiene registradas las dos llamadas que al borde de las 3 y 11 de la tarde recibió de “Miku” aquel domingo fatal. Diez minutos después, un hombre que se identificó como policía respondió a los amigos ya desesperados desde el celular de Eric. Les dijo que ya había fallecido. 

Eric Rodríguez Castillo murió un mes antes de su esperada presentación en los festejos en Puno de la Virgen de la Candelaria. El 8 de enero de 2023, a las 2 y 37 de la tarde, alguien lo amenazó en la calle, y él entró pidiendo ayuda a un centro comercial cuyo logo es “Te quiero feliz”.

Una hora y media después falleció. Terminó muerto mientras rogaba ser salvado.

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