Óscar Arriola asume como nuevo comandante general de la PNP
En la Escuela de Suboficiales de la Policía Nacional del Perú se desarrolló la ceremonia de relevo de mando en la institución. Óscar Arriola Delgado asumió oficialmente como nuevo comandante general de la PNP en reemplazo de Víctor Zanabria, quien fue suspendido por 18 meses por orden de un juzgado de Arequipa que lo investiga por presuntos actos de corrupción cuando se desempeñaba como jefe de la Región Policial.
La suspensión aceleró el relevo en la cúpula policial, pues Zanabria estaba próximo además a cumplir 40 años de servicio, requisito que lo acercaba al retiro. El Ejecutivo dispuso la designación de Arriola mediante resolución interna, ya comunicada a los altos mandos de Lima y Callao.
Un nombramiento en medio de cuestionamientos
El nombramiento de Arriola se produce en un contexto de polémica, el oficial enfrenta críticas por sus vínculos con personajes investigados. Entre ellos se menciona al conductor Andrés Hurtado, hoy con prisión preventiva, y presuntas maniobras de encubrimiento en el caso del delincuente Erick Moreno Hernández, alias “El Monstruo”. Estos antecedentes han despertado dudas sobre su idoneidad y han generado debate político en torno a su elección.
La ceremonia contó con la presencia de la presidenta de la República, Dina Boluarte, el presidente del Consejo de Ministros, Eduardo Arana, el ministro de Justicia, Juan José Santibáñez, y el ministro del Interior, Carlos Malaver, quien es promoción de Arriola. También asistió el jefe del Comando Conjunto de las Fuerzas Armadas, David Ojeda Parra, en señal de respaldo interinstitucional.
El mensaje de Arriola a la institución y al país
En su primer discurso como comandante general, Óscar Arriola agradeció la confianza de la presidenta Dina Boluarte y aseguró que asume el cargo como “un compromiso y un gran desafío”. Destacó que los más de 137 mil policías del país deben guiarse por su vocación de servicio y comparó la labor policial con un “apostolado” dedicado a proteger a la ciudadanía.
Compromisos en seguridad y lucha contra el crimen
Arriola anunció que su gestión priorizará el fortalecimiento de la inteligencia, la investigación criminal y la criminalística para enfrentar al crimen organizado con estándares internacionales. También recalcó la importancia de la prevención como eje central de la seguridad ciudadana: “La prevención significa levantar la cara y encontrar a un policía que viene a auxiliarte y salvarte del peligro”.
En referencia a la delincuencia organizada y las extorsiones, el nuevo comandante general se refirió a criminales como Erick Ruiz Moreno Hernández, alias El Monstruo, a quienes calificó de “cobardes que utilizan teléfonos para lanzar cientos de llamadas y enlutaron hogares peruanos”. Informó que se implementará una estrategia articulada con las empresas de telefonía móvil y la Superintendencia de Banca, Seguros y AFP, junto con todas las dependencias policiales, para combatir estas mafias.
Perfil y trayectoria del nuevo comandante general
Arriola fue jefe de la Dirección Contra el Terrorismo (Dircote) y es reconocido por su línea dura frente a la criminalidad organizada. Altavoz recuerda que ha ocupado diversos cargos de responsabilidad y que su experiencia operativa fue uno de los factores considerados por el Ejecutivo para colocarlo al frente de la PNP. No obstante, sus vínculos con personajes procesados y sus decisiones pasadas en investigaciones delicadas siguen bajo la lupa.
Retos de gestión para recuperar la confianza
El nuevo comandante general asume la dirección de la PNP en un momento en que la institución enfrenta graves cuestionamientos por corrupción y limitaciones en la lucha contra la inseguridad ciudadana. Analistas advierten que su principal reto será recuperar la confianza de la población y fortalecer la transparencia en los procesos internos, mientras marca distancia de las controversias que lo rodean.
Los próximos meses serán clave para evaluar si la designación de Óscar Arriola permitirá encaminar a la Policía Nacional hacia una conducción firme, confiable y libre de sospechas, en un escenario en el que la seguridad pública sigue siendo una de las principales demandas del país.