Plantean exclusividad del Corredor Azul en la Av. Arequipa
El proyecto aún está en evaluación y en proceso de consulta con los vecinos de los distritos afectados (Miraflores, San Isidro, Lince, y Lima Metropolitana) y las gerencias de transporte de cada municipio
El proyecto del corredor azul en la avenida Arequipa, impulsado por la Autoridad de Transporte Urbano (ATU), busca crear una vía exclusiva para buses de transporte público en ambos sentidos.
Actualmente, la avenida Arequipa en dirección de Lima hacia Miraflores tiene un carril exclusivo para el transporte público, pero con esta propuesta, se quiere convertir el carril contrario (Miraflores hacia Lima) también en un carril exclusivo para los buses del corredor azul.
En diálogo con Canal N, el subgerente de movilidad urbana de Miraflores, Renzo Vallejo, expresó que, si bien la tecnología y los desarrollos son bienvenidos, existen muchas incertidumbres entre los vecinos.
Proyecto en evaluación
El proyecto aún está en evaluación y en proceso de consulta con los vecinos de los distritos afectados (Miraflores, San Isidro, Lince, y Lima Metropolitana) y las gerencias de transporte de cada municipio.
Sin embargo, hay preocupaciones y dudas, especialmente sobre las implicaciones para los residentes y el tráfico en general. Se teme que las calles adyacentes se vean sobrecargadas por el desvío del tráfico, y que las zonas residenciales se vean afectadas por el aumento del flujo vehicular.
Además, se ha cuestionado cómo se gestionarán los paraderos y el acceso de los vehículos particulares a las zonas afectadas, ya que podría generar conflictos para quienes necesitan ingresar a sus viviendas o utilizar las vías alternas. La implementación de paraderos en la vía de ambos sentidos también sigue siendo un punto sin resolver.
A pesar de que ha habido reuniones informativas, el proceso aún está en etapas preliminares y las autoridades locales están analizando las posibles consecuencias del proyecto.
El objetivo principal es mejorar la viabilidad del transporte público, reducir riesgos para los peatones y mejorar la eficiencia del tráfico, pero las dudas continúan sobre cómo se gestionarán los efectos colaterales del cambio.