Presidente del Congreso tenía conocimiento e injerencia en los chats de sus trabajadores
Trabajadores del despacho del presidente del Congreso, Alejandro Soto, tienen control sobre las redes sociales del canal privado CTC del Cusco para defender a su jefe
Tomados de la mano, unidos en una relación que se dejaba ver sólida e indestructible como la fortaleza de Machu Picchu. Alejandro Soto Reyes no se soltaba de Liseth Peralta Salas, ahora madre de su pequeño hijo de un año.
Al hoy presidente del Congreso le incomoda hablar de estos momentos de complicidad y amor junto a su entonces pareja en Cusco. Felices en una de las “Siete maravillas del Mundo”, Alejandro Soto y Liseth Peralta no parecían tener una relación fugaz. Sus viajes románticos han quedado perennizados en estas fotografías. Para los momentos de relax el congresista se refugiaba en su casa de Yucay, pero cuando se trataba de trabajo prefería su vivienda de Cusco.
En la avenida uno del distrito de San Jerónimo, Alejandro Soto posee una casa en donde suele reunirse y coordinar con sus asesores parlamentarios la estrategia de su despacho.
Era 27 de octubre de 2022, semana de representación para los congresistas. Sandra Rodríguez Vargas, asesora principal de Soto Reyes estaba reunida con él. Ese día no sólo hablaron de actividades oficiales, el ahora presidente del Congreso aprovechó esa cita para enviar un mensaje a todo su equipo de trabajo.
Esta conversación es clave porque demuestra que el propio presidente del congreso mintió cuando en un comunicado de esta semana aseguró que “no tenía conocimiento ni injerencia alguna” en las conversaciones del chat de los trabajadores de su despacho.
La orden de Soto Reyes dada a través de su asesora buscaba que los trabajadores de su despacho cumplan con sus indicaciones al pie de la letra cada vez que ellos decían “salir al ataque”.
Cuando Alejandro Soto Reyes llegó al Congreso, no se desligó por completo de su trabajo como periodista. Hombre de la televisión cusqueña, conductor del canal CTC por más de 20 años, siguió utilizando esa misma tribuna para sus fines políticos y revanchas personales.
Para eso una contratación fue clave. En 2021, llevó al gerente general de CTC Miguel Alencastre Pérez como asesor de su propio despacho. Con Alencastre en el Congreso, Soto tenía asegurado el manejo del canal cusqueño y eso le garantizaba infiltrase en las redes de CTC sin problema y desplegar en ellas a todo su equipo parlamentario, insultar con cuentas falsas, armar campañas de demolición y manipular a la opinión pública.
Esta nueva conversación del 23 de octubre de 2022 demuestra que los trabajadores del congresista de alianza para el progreso Alejandro Soto Reyes estaban permanentemente infiltrados en las redes sociales de un canal privado, totalmente ajeno al Congreso. Día, tarde y noche se dedicaban a activar la maquinaria de trols, trabajo que no es parte de sus funciones dentro del Congreso.
Como solía ocurrir los domingos, Alejandro Soto Reyes, sin medir las consecuencias de sus actos, aparecía en el programa Ronda Política como un simple invitado, pero en verdad, todo parecía coordinado para que la pauta periodística sea a su favor. Una persona de su equipo lo acompañaba personalmente a los estudios de CTC cuando estaban en Cusco, los demás tenían la orden de infiltrarse en las redes del medio cusqueño con dos objetivos: ensalzar al congresista y torpedear a sus más feroces críticos.
El programa “Ronda Política” emitido el pasado 13 de noviembre de 2022 es clave para entender cómo funcionaban las redes del congresista Soto en el canal local más importante y con más seguidores del Cusco.
Ese domingo Soto Reyes fue presentado para opinar sobre diversos temas y noticias que ellos llamaban espectaculares. Entrevistas que en realidad eran largos monólogos del congresista.
Como parte del menú del programa se presentó una denuncia sobre la falta de hospitales para policías en el interior del país y Soto opinó como fiscalizador. Luego, se criticó el DS 043 que aprobó la transferencia del dinero de boletos para visitar Machu Picchu, a Lima. En esa parte, se presentó un video que dejó mal parados a otros congresistas cusqueños.
Durante el programa, coincidentemente, el canal CTC presentó un informe que ensalzaba el proyecto de ley de Soto Reyes, que como otros congresistas cusqueños, proponía que esos fondos se quedaran en la ciudad imperial. Ese día, según Sandra Rodríguez, asesora principal, el parlamentario quedó muy satisfecho con los resultados al aire.
Cada una de estas conversaciones del chat “Equipo Alejandro Soto” confirman el poder del congresista sobre la línea periodística del programa Ronda Política en CTC y sobre sus redes tomadas por trabajadores del congreso con sueldo del Estado.
Y comprobadamente, pese a que lo niega, el ahora presidente del Congreso de la República estaba al tanto de todas las acciones de su equipo parlamentario. Una vez más, Sandra Rodríguez era la encargada de sacar uñas y dientes para exigir que el canal CTC se ponga al servicio de Soto.
El afán por controlar la mayor cantidad de espacios de opinión en Cusco los llevó a actuar no solamente como trols, también a fingir que eran la voz del pueblo. Así ocurrió en diciembre del año pasado. El técnico Edgar Gamarra parecía dirigir las falsas llamadas.
Gamarra, exreportero de CTC menciona claramente que deben tomar en cuenta las recomendaciones del Dr. Antes de salir al aire.
Washinton Alosilla es un conocido periodista cusqueño, el único que ha podido entrevistar a Alejandro Soto como presidente del congreso. El 21 de diciembre del año pasado, el equipo de Soto coordinó una falsa llamada a su programa para defender al congresista y, una vez más, criticar a sus pares cusqueños.
Edgar Gamarra compartió este audio en el chat grupal “Equipo Alejandro Soto” como prueba de todo lo que hacían.
A pocas semanas de haber jurado como presidente del Congreso, Alejandro Soto Reyes ya suma tres denuncias en su contra que se verán en la comisión de ética. La contratación de la hermana de la madre de su hijo entre agosto de 2021 y julio de 2023, el apoyo de una ley para beneficio propio y el pago de aportes de trabajadores de su despacho para costear la publicidad de sus noticias e impulsar una red de trols.
Soto, empeñado en desmentir a los periodistas con sus medias verdades, deberá ahora enfrentarse a su personal de ultra confianza, a esa muralla cusqueña que siempre actuó a su señal.