Corea del Sur: nuevo presidente dispuesto a ir a Pyongyang pese a tensiones
El nuevo presidente de Corea del Sur, Moon Jae-In, de 64 años y más bien de izquierda, es un veterano defensor de los derechos humanos, y ya había expresado que era favorable a un acercamiento menos conflictivo con el norte, frente a la postura rígida de la destituida Park Geun-Hye.
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Tras ganar unas elecciones anticipadas debido a la salida de Park tras el juicio en su contra por corrupción, Moon prometió tras jurar como presidente que iba a trabajar por la paz en la península.
"Si es necesario voy a viajar a Washington inmediatamente", dijo en relación a la subida de las tensiones por el programa armamentístico de Corea del Norte. "Yo voy a ir a Pekín y Tokio e incluso a Pyongyang si las circunstancias son adecuadas".
Moon se enfrenta a una delicada tarea diplomática con Corea del Norte, que sueña con poner en marcha un misil capaz de llevar un ataque en Estados Unidos y que ha colocado a Seúl al alcance de su vasta artillería.
Paralelamente, Seúl está atrapado en una disputa con Pekín a propósito de un escudo antimisiles estadounidense, en un momento en que los desacuerdos históricos le enfrentan a Japón, antiguo ocupante colonial.
El recién asumido presidente nombró a Lee Nak-yon, un experiodista y cuatro veces diputado, como primer ministro y a Suh Hoon, que ocupó un papel principal en los preparativos de dos cumbres intercoreanas de 2000 y 2007, como nuevo jefe de los servicios secretos.
En el ámbito interno, Moon se enfrenta a numerosos desafíos, el principal de ellos las consecuencias del escándalo de corrupción que le valió el puesto a su predecesora conservadora Geun-hye. Aunque ha ganado las elecciones con facilidad, el país está profundamente dividido. (AFP)