Ecuador: 3 preguntas claves para entender la actual crisis

Ha pasado una semana desde que Lenín Moreno, presidente del Ecuador, decretase una serie de medidas económicas y futuras reformas, frente a ello, miles de ciudadanos del país norteño se encuentra en las calles protestando. El saldo: cientos de detenidos, bloqueos de carreteras, saqueos, quema de un tanque del ejército y el caos expandiéndose en ciudades como Quito, Cuenca y Loja.

Encabezados por el sector del transporte, indígenas y estudiantes, se enfrentan de manera violenta contra las fuerzas del orden.

¿Cuáles son las medidas y reformas que rechazan los ecuatorianos?
Aplicar una contribución especial a las empresas con ingresos de más de US$10 millones al año. Según el gobierno de Ecuador, se recaudaría un total de US$ 300 millones destinados a los sectores de seguridad, educación y salud. Y, a partir de noviembre, estarán disponibles mil millones de dólares en concepto de créditos hipotecarios, con una tasa de interés de 4,99 dólares. 

En cuanto a reforma laborales, la baja de salarios de hasta un 20% en contratos temporales del sector público. Además, la reducción de vacaciones de 30 a 15 días para empleados públicos y un aporte de 1 día de salario mensual y una nueva forma de jubilación patronal: empleadores incrementan aporte mensual en 2% para nuevos trabajadores.

Sin embargo, la medida que causó más polémica, fue la eliminación de los subsidios a los combustibles, presente en el país en los últimos 40 años. Antes de esta, Ecuador destinaba más de US$1.300 millones al año a subsidios al diésel y a la gasolina extra. Luego de liberado el precio, el galón de gasolina extra, que es la menos refinada, pasó de costar US$1,85 a US$2,30. El galón de diésel pasó de costar US$1,08 a US$2,27.

¿Por qué Moreno aplicó estas medidas?
En marzo de este año, Ecuador llegó a un acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI), que les otorgó accesos a créditos por US$4.209 millones en un plazo de tres años, de los cuales US$900 millones ya fueron entregados. Esta entidad fijó un calendario de reformas a cambio del dinero prestado, que incluía la reducción del gasto público, un incremento de ingresos y una reforma laboral que aliente la productividad.

Por su parte, estas medidas han recibido una crítica positiva de parte del FMI que, a través de un comunicado, señala “tienen como objetivo mejorar la resiliencia y la sostenibilidad de la economía ecuatoriana” y “continuará colaborando estrechamente con las autoridades para mejorar las perspectivas de todos los ecuatorianos”.

¿Existe solución para esta crisis?
El presidente Moreno ha manifestado su disposición al diálogo, aunque no descarta que las acciones son “un intento de desestabilizar a su gobierno”, mientras que los protestantes exigen una inmediata y completa anulación de las medidas y reformas anunciadas, en especial, la tomada hacia el sector de combustibles.

Como se sabe, la bancada correísta en el Parlamento ha pedido una sesión extraordinaria para analizar un adelanto electoral y la destitución de Moreno, aunque numéricamente no cuenta con suficientes apoyos.

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