Ejército de EE.UU. incluye en sus filas al primer soldado transexual

Alegría y cautela, así describe el sargento Shane Ortega lo que sintió cuando, hace unos días, el secretario de Defensa de los Estados Unidos, Ash Carter, para acabar con la prohibición que impide que las personas transexuales puedan trabajar en el ejército. 

Ortega, considerado el primer soldado abiertamente transexual de la armada estadounidense lleva años abogando por el fin de una política discriminatoria que hace que muchos militares abandonen su carrera. 

En la última década, ha sido destacado dos veces en Irak y una en Afganistán. Las dos primeras como mujer y la tercera como hombre, el género con el que se identifica. 

En los registros oficiales del ejército todavía aparecer como mujer y en ocasiones se ve obligado a llevar un uniforme femenino que le resulta muy incómodo debido a su robusta figura fruto de su afición al físico culturismo. 

Shane Ortega, quien en la actualidad, trabaja como jefe de equipo de helicópteros de la vigesimoquinta división de infantería de Hawai asegura que ha sido afortunado ya que pese haber iniciado su transición para ser hombre en el 2011, sus superiores no cuestionaron su habilidad para servir a su país.