Francia pone en alerta máxima a Lyon, Lille, Grenoble y Saint-Etienne por expansión del COVID-19
También se ampliaron las ayudas económicas concedidas a las empresas para afrontar el impacto de la crisis
Hasta ahora París, Marsella, Aix-en-Provence y Guadalupe (Antillas) ya habían sido sometidas a restricciones, que implican el cierre de bares y mayores controles en los restaurantes, que sí pueden permanecer abiertos, y desde el sábado se sumarán esas otras cuatro.
También se tomarán medidas similares en Toulouse y Montpellier si la situación empeora en ambas ciudades, advirtió el ministro francés de Sanidad, Olivier Véran, en su rueda de prensa semanal sobre el balance de la epidemia.
"La situación sanitaria sigue degradándose en Francia. Sucede lo mismo en muchos países vecinos", recalcó en un día en que se han anotado en las últimas 24 horas 18 129 positivos y 77 muertes, con lo que el total desde el inicio alcanza los 671 638 casos y los 32 521 fallecimientos.
La tasa de incidencia nacional se sitúa ya en los 116,28 casos por cada 100 000 habitantes en los últimos siete días, mientras que el nivel de positividad de los test realizados llega al 9,8 %, frente a cerca del 1% registrado cuando terminó el confinamiento el pasado 11 de mayo.
La alerta máxima se declara cuando la tasa de incidencia supera los 250 positivos por cada 100.000 ciudadanos entre la población en general y los 100 casos entre las personas mayores, así como cuando al menos el 30% de las camas de las cuidados intensivos (uci) están ocupadas por pacientes de COVID-19.
En París, donde ese último porcentaje ronda el 40%, ha sido necesario activar ya el "plan blanco" hospitalario ante un aumento de los enfermos en uci que obliga a retrasar operaciones quirúrgicas y en algunos casos a transformar quirófanos en unidades de cuidados intensivos.
MAYORES AYUDAS ECONÓMICAS
El ministro de Economía y Finanzas, Bruno Le Maire, que también compareció ante la prensa, admitió que las medidas implantadas para contener el coronavirus tienen un impacto directo en miles de empresas, principalmente del ámbito de la restauración, el cultural y el deportivo.
Hasta ahora, el Fondo de Solidaridad activado en julio había ayudado a 150 000 firmas de esos sectores, y pasará a beneficiar a otras 75 000 de otros también afectados, como los floristas o los "bouquinistes", libreros asentados en las orillas parisinas del Sena.
Esa ayuda, de hasta 10 000 euros al mes, estaba reservada hasta ahora a las compañías de menos de 20 empleados sin tope de cifra de negocios, un límite elevado ahora a los 50 trabajadores y solo para aquellas que hubieran perdido el 80% de su facturación, un porcentaje rebajado ahora al 70%.
Las que hayan sufrido pérdidas del 50% siguen pudiendo acceder a ayudas mensuales de hasta 1500 euros, mientras que el Estado asumirá hasta finales de año el coste del paro parcial en los sectores turístico, cultural y deportivo.
"Las inversiones de ahora crearán los empleos de mañana y la potencia económica de Francia en los próximos años. Nuestro objetivo es conjugar la lucha contra el virus con la recuperación de la economía francesa. Lo conseguiremos", afirmó Le Maire en un comunicado difundido por su gabinete.
Su comparecencia dejó clara que la estrategia del Gobierno reposa en la transparencia de su acción, la anticipación y la responsabilidad colectiva e individual, porque de cada ciudadano, según el ministro de Sanidad, "depende una parte de la victoria".
"Espero poder anunciar buenas noticias tal vez la semana que viene. Para aliviar las medidas hace falta distancia y estar seguro de que la circulación del virus y el impacto sanitario en los hospitales se reduce a largo plazo ", recalcó Véran, quien avanzó que empieza a haber señales positivas en ciudades como Burdeos.
El Ejecutivo descarta al menos por el momento limitar los desplazamientos entre ciudades porque la situación actual no llega a la experimentada en primavera, cuando sí hubo que recurrir a confinamientos perimetrales.
Con información de EFE