Hong Kong rememora la "Revolución de los Paraguas" un año después
Cientos de manifestantes custodiados por un fuerte cordón policial se concentraron hoy pacíficamente en las inmediaciones de la sede del Gobierno de Hong Kong para conmemorar el primer aniversario de las masivas protestas a favor de mayores libertades para la excolonia inglesa.
Hace un año, decenas de estudiantes irrumpieron en el interior del complejo de edificios de las oficinas del Gobierno como señal de protesta, tras una semana de huelga en las aulas para protestar contra el plan de reforma electoral propuesto por China para Hong Kong.
La policía trató de cortarles el paso con gases lacrimógenos, lo que provocó el enfado masivo de miles de ciudadanos y el inicio de 79 días de protestas canalizadas a través de que se llamó la "revolución de los paraguas", objetos con los que los estudiantes se defendieron de los gases.
A las 17:58 hora local (9:55 GMT) de hoy, la misma hora a la que la policía comenzó a cargar contra los manifestantes justo hace un año, centenares de ciudadanos comenzaron a agitar paraguas amarillos y lanzar consignas.
Entre los asistentes se encontraban los líderes de las protestas, como el estudiante Joshua Wong, representante de la organización estudiantil Scholarism, y Benny Tai, propulsor del movimiento "Occupy Central" que puso en pie la masiva campaña de desobediencia civil.
"Aunque parece que no tuvimos éxito en la lucha, logramos cambiar una generación que luchará por la democracia", dijo Tai en su intervención.
A pesar de la falta de logros palpables, los propulsores del movimiento descartaron nuevas movilizaciones como las vividas hace un año y aprovecharon la efeméride como punto de reflexión para desarrollar estrategias que recuperen el impulso perdido.
Más de un millar de policías fueron movilizados en las inmediaciones horas antes de los mítines previstos, portando material antidisturbios y custodiando los accesos con vallas metálicas.
Al final del acto, las fuerzas de seguridad lanzaron varias señales de advertencia contra decenas de ciudadanos que amenazaron con bloquear las calles.
Multitudes se reunieron en torno a los edificios gubernamentales portando paraguas amarillos, símbolo de las manifestaciones, y pancartas contra el líder del Gobierno de Hong Kong, mientras pedían auténtico sufragio universal para la excolonia.
Los 79 días de protestas en 2014 no lograron persuadir a China de que cambiara su plan de reforma electoral para los comicios locales de 2017, pero sí provocaron un despertar político de la sociedad, según sus promotores.
La propuesta de Pekín otorgaba a los ciudadanos de Hong Kong, poder votar por primera vez de forma directa a su futuro jefe de Gobierno, pero de una lista de candidatos que previamente debían ser aprobados por un comité de 1.200 personas afines al régimen, algo que el movimiento democrático no admitió.
Las movilizaciones sirvieron para paralizar la propuesta de Pekín pero no lograron una alternativa al método de elección actual, que estará en vigor al menos para los comicios de 2017 y por el que el futuro jefe de Gobierno de Hong Kong será elegido por un elitista comité electoral compuesto por 1.200 personas.
El mismo día del aniversario, Amnistía Internacional pedía la liberación de ocho activistas chinos que se enfrentan a penas de prisión en la China continental por publicar mensajes y apoyos a las protestas de Hong Kong.