Incendios forestales en Turquía dejan 10 rescatistas muertos
Los incendios forestales en Turquía se cobraron la vida de al menos diez personas cuando un grupo de brigadistas y trabajadores en bosques fue sorprendido por un cambio repentino del viento que envolvió a los equipos en plena operación. El trágico suceso tuvo lugar en la provincia de Eskisehir, al noroeste del país, en medio de una ola de calor extremo y condiciones climáticas adversas.
El ministro de Agricultura y Silvicultura de Turquía, Ibrahim Yumakli, confirmó que las víctimas eran cinco trabajadores forestales y cinco rescatistas voluntarios. Otros 14 miembros del equipo resultaron heridos y permanecen hospitalizados. “Desafortunadamente, perdimos a diez héroes que luchaban contra el fuego para proteger nuestros bosques y nuestras comunidades”, expresó el ministro a medios locales.
El fuego rodeó al equipo tras un cambio de viento
Según información oficial, el grupo de 24 personas estaba combatiendo las llamas cuando un cambio de dirección del viento intensificó repentinamente el fuego, dejándolos rodeados sin posibilidad de escape. Las autoridades informaron que no existen registros audiovisuales del momento exacto del accidente, pero se difundieron imágenes referenciales de las labores de los brigadistas en la zona afectada.
El sitio de noticias turco BirGun detalló que el equipo quedó atrapado y fue “quemado vivo”, según las fuentes locales. El fuego se propagó con tal violencia que las unidades de apoyo no pudieron intervenir a tiempo para rescatarlos.
Funerales y duelo nacional en Ankara
Los cuerpos de los diez fallecidos fueron trasladados a una unidad forense en la ciudad de Ankara para su identificación. Al día siguiente, se realizaron los funerales de los cinco rescatistas voluntarios, miembros de la organización AKUT, en la Mezquita Ahmet Hamdi Akseki, donde acudieron familiares, ciudadanos en duelo y autoridades locales.
Los otros cinco fallecidos eran trabajadores forestales del Ministerio de Silvicultura. En señal de respeto, el gobierno turco decretó luto oficial en la provincia afectada y anunció una serie de medidas para reforzar la seguridad de los equipos que combaten incendios.
Ola de calor, sequía y tornados de fuego
Turquía enfrenta una de las peores temporadas de incendios forestales de los últimos años. Desde el 26 de junio, las llamas se han propagado rápidamente por distintas zonas del país, principalmente en regiones boscosas del noroeste, entre Estambul y Ankara.
El gobierno ha advertido sobre condiciones extremas debido a altas temperaturas, sequía prolongada e intensos vientos. Días antes de esta tragedia, se reportó la formación de un tornado de fuego, un fenómeno poco común pero altamente destructivo, que sorprendió a socorristas y habitantes locales en otra zona del país.
Trece muertos por incendios en lo que va del año
Con esta nueva tragedia en Eskisehir, ya suman 13 las muertes registradas en Turquía por incendios forestales en 2025. A comienzos de mes, un anciano y dos trabajadores forestales fallecieron en un gran incendio cerca de la ciudad de Odemis, en la provincia de Izmir.
El ministro Yumakli ha indicado que la situación sigue siendo crítica y que las brigadas se mantienen en alerta máxima ante la previsión de nuevos focos de incendio. “Debemos extremar las precauciones. El clima no está de nuestro lado”, declaró.
Acciones del gobierno turco tras el siniestro
El presidente Recep Tayyip Erdogan expresó sus condolencias a las familias de los fallecidos y reconoció públicamente la valentía de quienes murieron en servicio. Además, aseguró que se está evaluando la asignación de más recursos al equipo de bomberos y brigadistas forestales, incluyendo tecnología de detección temprana y aeronaves especializadas en control de incendios.
También se anunció una revisión de los protocolos de evacuación y seguridad en áreas de alto riesgo, así como una investigación para determinar si existieron fallas en la respuesta de emergencia en Eskisehir.
Impacto ambiental y riesgo para comunidades
Los incendios no solo han cobrado vidas humanas, sino que han provocado la destrucción de vastas áreas boscosas, obligando a la evacuación de aldeas enteras. Las llamas han amenazado viviendas, cultivos y zonas naturales protegidas, generando pérdidas económicas significativas y alterando el ecosistema local.
Los expertos advierten que el país podría enfrentar una temporada aún más intensa si las condiciones climáticas no mejoran. A pesar de los esfuerzos gubernamentales, la recurrencia de incendios está relacionada también con el cambio climático y el debilitamiento de los sistemas de prevención forestal.
Condiciones extremas se mantienen para los próximos días
El Ministerio de Agricultura y Silvicultura advirtió que las condiciones de calor extremo y vientos inestables se mantendrán en los próximos días. Esta combinación complica el trabajo de los brigadistas y puede provocar la reactivación de focos ya controlados.
El ministro Yumakli pidió a la población colaborar evitando actividades de riesgo como fogatas, quema de residuos o uso de maquinaria que pueda generar chispas. “Cada acción cuenta. Prevenir incendios es responsabilidad de todos”, afirmó.
Solidaridad internacional ante la tragedia
Diversos países y organizaciones internacionales han expresado su solidaridad con Turquía tras la tragedia en Eskisehir. La Unión Europea ofreció asistencia técnica en monitoreo satelital y equipos de soporte, mientras que organizaciones ambientales reiteraron la necesidad de reforzar la cooperación internacional en prevención y manejo de incendios forestales.
El caso turco pone nuevamente en evidencia la vulnerabilidad de los países mediterráneos ante fenómenos extremos vinculados al cambio climático, así como la urgencia de adaptar políticas públicas de protección ambiental y gestión de desastres.
Diez brigadistas murieron este miércoles en la provincia turca de Eskisehir mientras combatían un incendio forestal. El siniestro, desencadenado por un cambio repentino del viento, elevó a 13 el número de fallecidos en Turquía por incendios en 2025. Otros 14 rescatistas permanecen hospitalizados. El presidente Erdogan y el ministro de Silvicultura expresaron condolencias y anunciaron medidas. Las condiciones extremas de calor y viento complican el control de nuevos focos, mientras el país enfrenta una devastadora temporada de incendios.