Petro inicia conversaciones de paz con el Clan del Golfo
El presidente de Colombia, Gustavo Petro, anunció desde Córdoba el inicio de conversaciones de paz con el Clan del Golfo, también denominado “Ejército Gaitanista de Colombia”. Según precisó, las negociaciones se realizan fuera del territorio colombiano y forman parte de su política de “paz total”, una estrategia que ha sido objeto de críticas por mostrar resultados limitados a casi tres años de su mandato.
El anuncio se enmarca en un momento de alta sensibilidad política interna y de tensiones con Estados Unidos, país que ha calificado al Clan del Golfo como una organización criminal transnacional. Washington, durante la administración de Donald Trump, emitió una orden ejecutiva que autorizó operaciones militares directas contra este grupo, así como contra el ELN y las disidencias de las FARC.
Contexto y tensiones internacionales
La política de “paz total” de Petro busca incluir en la negociación a diversos actores armados ilegales con presencia en Colombia. Sin embargo, el diálogo con el Clan del Golfo representa un giro llamativo, ya que apenas tres días antes el ministro de Defensa colombiano había anunciado recompensas millonarias por información que llevara a la captura de dos de sus cabecillas.
El Clan del Golfo es considerado por autoridades de Colombia y Estados Unidos como una de las principales estructuras del narcotráfico en la región. Washington también ha vinculado a otras redes, como el denominado “Cártel de los Soles”, a altos dirigentes extranjeros, entre ellos Nicolás Maduro, lo que añade un componente geopolítico a las negociaciones.
Declaraciones de Gustavo Petro
En su intervención, Petro aseguró que su administración ha decomisado más cocaína que cualquier otro gobierno en la historia reciente de Colombia. Señaló que el objetivo de su política es cortar las finanzas que alimentan la violencia en múltiples regiones del país. “Todos los días estamos tratando de quitar las finanzas que hacen arder la violencia en muchas regiones de Colombia”, afirmó.
El mandatario reconoció que su estilo de negociación ha sido cuestionado, pero defendió que el diálogo es un camino necesario para reducir la criminalidad. La referencia a conversaciones fuera del país no fue acompañada de detalles sobre el lugar, los mediadores ni las condiciones acordadas con el grupo armado.
Reacciones y retos
Si bien el anuncio marca un paso importante dentro de la agenda de “paz total”, analistas y opositores han señalado que los intentos previos de negociación con grupos armados han tenido avances limitados. El reto principal será mantener el diálogo mientras continúan las operaciones de seguridad y se cumplen las exigencias de justicia de la comunidad internacional.
La comunidad internacional seguirá de cerca estas conversaciones, especialmente por la implicancia que tienen en el combate al narcotráfico y en la estabilidad de la región.