Trump y Lula dialogan para aliviar tensiones y reactivar comercio
Trump y Lula sostienen llamada de 30 minutos y buscan levantar aranceles del 50 % a exportaciones brasileñas
En medio de una creciente tensión regional, los presidentes de Estados Unidos, Donald Trump, y de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, sostuvieron una conversación telefónica de 30 minutos para abordar el deterioro de las relaciones bilaterales. El contacto fue calificado como “muy bueno” por ambos líderes en redes sociales, y se centró en la posibilidad de levantar aranceles que afectan a productos clave de exportación brasileña.
Durante el diálogo, Lula da Silva solicitó directamente a Trump la eliminación de los aranceles del 50 % que pesan actualmente sobre productos como el café y la carne brasileña. Estas medidas fueron impuestas por Washington en el contexto de una guerra comercial que ha dañado significativamente las exportaciones sudamericanas. El mandatario brasileño remarcó que estos impuestos deben cesar para reactivar el comercio entre ambos países.
Brasil busca distensión tras sanciones judiciales
La llamada también se dio en un contexto diplomático delicado. Desde Brasilia, se interpreta como un gesto de apertura luego de que Estados Unidos impusiera sanciones a funcionarios del sistema judicial brasileño, en particular a magistrados vinculados al proceso judicial contra Jair Bolsonaro. El presidente Lula ha manifestado que esas sanciones, aunque dirigidas a su predecesor, han interferido negativamente en la agenda comercial común.
El mandatario brasileño hizo hincapié en que las tensiones judiciales y políticas no deben contaminar las relaciones económicas bilaterales. Su declaración en redes sociales destacó que el diálogo con Trump fue una oportunidad para “restablecer puentes” con Washington.
EE.UU. mantiene presión regional mientras abre espacio al diálogo
Pese al tono conciliador del encuentro, el contexto regional sigue marcado por la presión militar de EE.UU. en el Caribe, especialmente vinculada a sus operaciones contra el régimen venezolano. Este despliegue estratégico agrega complejidad a las relaciones hemisféricas, incluida la interlocución con Brasil, uno de los principales socios económicos de Estados Unidos en Sudamérica.
Por su parte, Donald Trump también comentó públicamente sobre la llamada, subrayando que existió una “buena química” entre ambos líderes. Aunque no se anunciaron medidas concretas, el gesto es interpretado como un posible giro en la postura norteamericana hacia Brasil, al menos en el plano económico.