Venezolanos "sin una gota de agua" en un país paralizado por apagones
Por: Maria Lorente
Millones de venezolanos se han quedado sin "una gota de agua" en un desabastecimiento agudizado por los apagones masivos que se repiten desde inicios de marzo y que forzaron al presidente Nicolás Maduro a racionar la electricidad y reducir la jornada laboral en el país petrolero.
"Tenemos niños pequeños y no tenemos con qué darles una gota de agua para tomar", exclamó María Rodríguez, en Caracas.
Ante la emergencia, Maduro anunció, en una cadena de radio y televisión el domingo, un plan de racionamiento eléctrico "por 30 días", durante los que espera resolver los problemas del fallo que ha desatado una serie de apagones masivos desde el 7 de marzo en el país de 30 millones de habitantes.
El anuncio ocurrió el domingo al final de una serie de protestas espontáneas por los apagones, varias de ellas reprimidas por los colectivos, como se conoce en Venezuela a los grupos de civiles armados afines al gobierno socialista, según denunciaron manifestantes y oenegés.
El mandatario socialista, que suele achacar los apagones a sabotajes, dio luz verde a los colectivos civiles que lo respaldan para contener las protestas que tilda de "guarimbas violentas" para derrocarlo.
El gobierno chavista también decidió "mantener suspendidas las actividades escolares y establecer jornada laboral diaria hasta las dos de la tarde en instituciones públicas y privadas", informó el ministro de Comunicación, Jorge Rodríguez, en un comunicado leído en la televisión gubernamental.
El texto no precisó por cuánto tiempo se prolongará la reducción de la jornada laboral ni la suspensión de clases, aunque Maduro estimó que las actividades escolares podrían restablecerse "entre martes o miércoles" de esta semana.
"NO TENEMOS AGUA"
"No tenemos agua, no tenemos luz, no tenemos Internet, no tenemos teléfonos, estamos incomunicados, hemos llegado a lo peor que hemos podido imaginar", se quejó Joaquín Rodríguez.
El apagón colapsó el suministro de agua, de por sí ya deficitario. La escena es la misma en muchos barrios de Caracas. Familias enteras haciendo colas y cargando varios bidones y baldes, para recoger agua de manantiales, roturas de tuberías, cunetas, de los camiones cisterna proporcionados por el gobierno o de lo poco que fluye por el río Guiare.
"Nosotros llenamos de un pozo de agua que está aquí, no sabemos si el agua es natural (potable)", contó Erimar Vale.
El gobierno socialista reitera que atentados "terroristas" han dañado la central hidroeléctrica de Guri, que genera el 80% de la energía eléctrica en Venezuela.
El gobierno bolivariano "denuncia la infame y brutal perpetración de dos ataques programados y sincronizados contra el sistema eléctrico nacional para obstruir de manera criminal y homicida los inmensos esfuerzos del gobierno revolucionario (…) para estabilizar el servicio de energía eléctrica", sostuvo Rodríguez.
Sin embargo, la emergencia, que de manera intermitente, afecta a 21 de los 23 estados, además de Caracas, parece estar lejos de solucionarse debido a la falta de inversión en infraestructuras y una corrupción endémica, advierten expertos.
"Esto se veía venir" producto de la corrupción, impericia y falta de mantenimiento al sistema eléctrico, señaló Miguel Ara, gerente de operaciones del sistema eléctrico venezolano hasta 2004.
AFP