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Alberto Fujimori y su rol desde la prisión en estas elecciones

A propósito del autogolpe del 5 de abril, un recuento del papel que ha jugado el expresidente en la campaña

Keiko y Alberto Fujimori. Foto: Exitosas

Por: Tanús Simons (@tanus87)

24 años después del autogolpe, su nombre se convierte en un factor en la campaña electoral. Aunque el ex presidente cumple condenada en la DIROES, su gobierno, polémicas y delitos, son temas recurrentes rumbo a las elecciones. Para algunos es un fantasma, para otros una figura positiva. Alberto Fujimori está, y a la vez no está.

La candidatura de su hija Keiko Fujimori arrastra su imagen a la campaña. Por momentos lo menciona, por épocas mantiene distancias. Puede ser un ente positivo o un fantasma que la persigue. Ella lo sabe y por ello en un documento firmado en el debate presidencial se comprometió, entre otras cosas, a no utilizar el “poder político para beneficiar a familiares” y a no repetir un 5 de abril (en alusión al autogolpe de 1992).

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Marcar distancias o acercarse es para otros candidatos también una decisión importante. Hace 5 años Pedro Pablo Kuczynski resaltó al ex presidente Fujimori durante el cierre de campaña de su hija Keiko, rumbo a la segunda vuelta del 2011.

Tiempo después aquellas frases a favor del ex presidente le jugaron en contra durante la presente campaña. Kuczynski decidió alejarse nuevamente, y decidió enfrentarse a Keiko cuestionando públicamente qué hizo ella y su padre Alberto. Sin embargo, una vez más ha vuelto a acercarse declarando sorprendentemente que en un eventual gobierno decretaría que el ex presidente pase a arresto domiciliario.

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Las críticas de Verónika Mendoza no se hicieron esperar. Aunque Kuczynski ha querido desmarcarse otra vez, apoyando las marchas anti Keiko, la presencia de Alberto Fujimori ha caído sobre él.

Distancias o cercanías, suma o resta, su presencia ha jugado un rol en estas elecciones. 24 años después, Alberto Fujimori no tiene un cierre de campaña, pero si una marcha en su contra por el autogolpe de hace 24 años, que hoy sigue generando indignación.