Asomif alerta que más del 50% de microempresas en Lima paga cupos

La asociación de instituciones, además, denunció que trabajadores de cajas y microfinancieras también son amenazados por mafias que controlan territorios en Lima para extorsionar negocios.
Más del 50% de las microempresas (mypes) en los conos de Lima están pagando cupos a organizaciones criminales, según advirtió Jorge Delgado, presidente de la Asociación de Instituciones de Microfinanzas del Perú (Asomif). La alerta fue realizada en una entrevista con el programa Cuentas Claras de Canal N.
“Sin embargo, como esta población que es la que es autosostenible, hoy están cerrando negocios, están perdiendo sus ventas, no pueden pagar sus obligaciones, viven un temor permanente, una angustia permanente y una amenaza permanente que los políticos hoy día no están tomando en consideración”.

Ley de tope de tasas y surgimiento del “gota a gota”
Delgado atribuyó el origen del fenómeno de extorsión al efecto provocado por la ley de tope de tasas de interés, aprobada en abril de 2021. Indicó que dicha norma fomentó el crecimiento del préstamo informal, conocido como “gota a gota”, que ha derivado en violencia.
“Hoy esa ley es la que ha promovido los préstamos gota a gota y que ha escalado las extorsiones”, señaló.
El representante de la asociación explicó que el mecanismo de intimidación se ha transformado: ya no se exige primero el préstamo, ahora las mafias simplemente extorsionan si se rechaza la oferta. “Cuando tú te niegas a obtener el préstamo, te extorsionan”, remarcó.
Las extorsiones reemplazan el crédito y generan temor
Delgado subrayó que el problema se ha agravado a tal punto que ya no hay argumentos que respalden el control de tasas como política útil para el sector.
“Hoy día no hay ninguna narrativa en la cual indique qué beneficio tendría un control de tasas […] por el contrario, lo que sí hay es mucha información televisiva, radial respecto a la matanza, la muerte y las extorsiones”, detalló.
El vocero de Asomif consideró que el impacto emocional y económico es profundo, especialmente entre los pequeños empresarios, quienes operan con márgenes muy ajustados.
Casos gráficos en transporte y comercios
Delgado puso como ejemplo el transporte público, donde algunas líneas han tenido que elevar el costo del pasaje para poder seguir operando y garantizar la seguridad de sus trabajadores.
“Determinada línea de transporte dice: voy a elevar el pasaje en cincuenta céntimos porque esos cincuenta céntimos adicionales van a ir para el pago del cupo”, indicó durante la entrevista.
Señaló que este patrón también se replica en pequeños comercios como bodegas, peluquerías o ferreterías, que enfrentan amenazas diarias.
Cierre de negocios por amenazas
Según Delgado, cientos de pequeños empresarios han cerrado sus puertas. Las ferreterías, peluquerías y bodegas son los rubros más afectados por el miedo a represalias. “Hay empresarios que ya han cerrado la ferretería, la peluquería, porque simplemente no quieren ser víctimas de la extorsión”, puntualizó.
Indicó que unas cinco mil bodegas han dejado de operar, muchas de ellas clientes de entidades microfinancieras.
Trabajadores de microfinancieras también son amenazados
Las mafias no solo atacan a los dueños de negocios, sino también a los trabajadores de las entidades microfinancieras, impidiéndoles ingresar a zonas donde operan los préstamos gota a gota, advirtió Delgado.
“Estas organizaciones criminales han tomado como feudos territorios y no dejan ingresar a los asesores de negocios que tienen como cliente a la bodega, la peluquería”, detalló el representante de Asomif.
Los trabajadores deben ingresar sin celulares o acompañados por seguridad para poder conversar con sus clientes o renegociar préstamos.
Propuesta de respuesta interinstitucional
Delgado pidió que se conforme una mesa de trabajo integral con el Congreso, operadores móviles y autoridades del sector telecomunicaciones para bloquear teléfonos utilizados por las mafias. “Debe haber un mecanismo para que esos celulares sean enviados a una central del Telco para que puedan ser bloqueados”, agregó.
Afirmó que se debe trabajar también con sistemas de geolocalización (GPS) y bases de datos para identificar a los responsables.
Jorge Delgado, presidente de Asomif, denunció en Canal N que más del 50% de microempresas en los conos de Lima están pagando cupos por extorsión. Atribuyó este escenario al crecimiento del préstamo informal “gota a gota”, incentivado por la ley del tope de tasas. Señaló que la violencia también afecta a los trabajadores de microfinancieras, amenazados por mafias que controlan zonas enteras. Delgado propuso un plan interinstitucional para enfrentar el problema desde el Congreso y el sector telecomunicaciones.