Cámara Brasil Perú urge reforzar integración y comercio bilateral

El presidente de la Cámara de Comercio Brasil–Perú, Rafael Torres Morales, señaló que el país debe priorizar una hoja de ruta clara y estable para consolidar su relación comercial con Brasil, su principal socio en Sudamérica. Advirtió que, pese al volumen actual de la balanza comercial, que bordea los USD 5 mil millones anuales, existen barreras estructurales y normativas que limitan un mayor crecimiento del intercambio y de las inversiones bilaterales.

Durante una entrevista con Canal N, Torres subrayó que la Cámara impulsa el fortalecimiento de los vínculos económicos entre ambos países, identificando cuellos de botella logísticos, problemas de reglamentación y falta de continuidad política como principales desafíos. Sostuvo que estos factores están frenando el desarrollo del potencial comercial con Brasil, el país más grande y con mayor proyección regional en Sudamérica.

Infraestructura incompleta y acuerdos paralizados afectan integración

Uno de los ejes señalados por el titular de la Cámara fue la situación de las rutas de integración existentes, particularmente el eje IIRSA Norte. Esta vía, que conecta el puerto de Yurimaguas con Manaos a través de una ruta fluvial-terrestre, aún no cuenta con una hidrovía operativa ni un sistema de dragado que permita garantizar la navegación durante todo el año.

Torres explicó que mientras Brasil ya ha avanzado en el dragado e implementación de su tramo de la ruta, al Perú aún le corresponde intervenir los puntos críticos del río para completar la conexión logística. En ese sentido, consideró que sin una infraestructura funcional, no es viable sostener un flujo comercial continuo ni atraer mayores inversiones.

A ello se suma el estancamiento del Acuerdo de Profundización Económica(APE) entre ambos países. Según precisó, este instrumento fue aprobado técnicamente en 2016 y ratificado por el Senado brasileño en 2017, pero aún no ha sido aprobado por el Estado peruano. Dicho acuerdo permitiría incentivar inversiones en infraestructura y mejorar los procesos aduaneros, las contrataciones públicas y la prestación de servicios interpaíses.

Megapuerto de Chancay y tren bioceánico: oportunidades y retos

Torres también destacó el rol estratégico del megapuerto de Chancay, actualmente en construcción, como un punto clave para fortalecer el comercio entre Brasil y Asia. Sin embargo, enfatizó que una terminal portuaria no basta sin una red logística eficiente que la conecte con los mercados del interior y del otro lado de la cordillera.

En ese marco, comentó que si bien el proyecto del tren bioceánico —cuya factibilidad ha sido recientemente estudiada por China— es importante, aún no es viable a corto plazo. Recordó que un estudio del 2014 concluyó que no existía suficiente carga comercial para justificar su implementación. Aunque las condiciones han cambiado, señaló que se requieren pasos previos, como la mejora de la infraestructura local y la creación de mecanismos conjuntos de facilitación aduanera.

El dirigente empresarial añadió que el estudio de factibilidad brasileño para este tren podría tardar entre dos a cuatro años, por lo que no se trata de un proyecto inmediato. Además, advirtió que los cambios de gobierno, tanto en Brasil como en Perú, podrían alterar las prioridades políticas y ralentizar los avances.

Sector privado propone hoja de ruta económica común

Frente a este escenario, Torres hizo un llamado a separar la agenda económica de los vaivenes políticos. Indicó que el sector privado está dispuesto a colaborar con el Estado para establecer una hoja de ruta de integración que trascienda los cambios de gobierno y mantenga un enfoque técnico.

Según explicó, el objetivo es consolidar a Brasil como el primer socio comercial de Perú en la región y convertir esa relación en un pilar del crecimiento económico conjunto. Ello requerirá mejorar no solo la infraestructura física, sino también los acuerdos institucionales que permitan una integración regional sostenible.