Keiko Fujimori: La cronología de sus dos meses en libertad y lo que ahora le espera

Keiko Fujimori estuvo 60 días en libertad, desde que salió de la primera prisión preventiva que cumplió hasta el 29 de noviembre pasado, luego de que el Tribunal Constitucional declarara fundado el habeas corpus que presentó su hermana Sachie con el que buscó su liberación.

Fueron cuatro los magistrados que le dieron el sí a la libertad de Fujimori, tras 13 meses de haber agotado todas las instancias judiciales que negaron su salida y confirmaron la medida dictada, en aquel entonces, por el juez Richard Concepción Carhuancho.

Dos semanas después, un nuevo pedido de prisión preventiva entró a trámite a cargo del fiscal José Domingo Pérez, basados en nuevos elementos de convicción a propósito de declaraciones de testigos clave y colaboradores eficaces.

Las audiencias iniciaron, no exentas de pullas entre la abogada de Fujimori, Giuliana Loza, y del fiscal Pérez. En un principio, el Ministerio Público pidió una pena de 25 años que luego reajustó a 18 años, 9 meses y 15 días.

Entre los delitos que se le imputan a la lideresa de Fuerza Popular están lavado de activos, y que al interior de su partido se formó una organización criminal para recibir dinero de Odebrecht que serviría para las campañas de 2011 y 2016. El dinero ilícito de la Caja 2.

Tras una decena de sesiones y audiencias para presentar argumentos de ambas partes, Keiko Fujimori envió un mensaje en el que adujo que los magistrados de Fiscalía habían tomado su caso como algo "personal". De esta manera se mostró disconforme con el proceso.

El domingo último, 26 de enero, acudió a votar y aseguró que el día de la emisión del fallo estaría junto a su familia y que tomaba el tema con tranquilidad. Fue su última aparición pública.

Llegó entonces el 28 de enero, día en el que el juez Víctor Zúñiga Urday leyó, por más de 8 horas, el fallo en el que impuso 15 meses de prisión preventiva para Fujimori Higuchi, al considerar que se cumplen los presupuestos para tal fin.

Estos tienen que ver con que se evidenció que hay peligro de obstaculización en el proceso por parte de la lideresa, además de un peligro de fuga al no haber arraigo y la prognosis de la pena.

Antes de que el juez Zúñiga leyera la parte resolutiva, Fujimori salió de la casa de su madre, Susana Higuchi, y acudió a la Sala Penal Nacional.

Previamente, su abogada Giulliana Loza informó que su patrocinada se acercaba a la audiencia, al entender que la disposición iba a ser que vuelva a prisión.

Se despidió entonces de su esposo Mark Vito con un beso y un abrazo, y tras la declaración del fallo, quedó retenida por las autoridades policiales en la sala para luego ser conducida a la carceleta del INPE, ubicada en sede del Poder Judicial, en el Cercado de Lima.

Lo que le espera es un largo camino hasta el 27 de abril del año próximo en el que se cumplirá el mandato, tiempo en el que el fiscal Pérez deberá presentar su acusación formal y pasar a la fase del juicio oral.

Fujimori no podrá recurrir inmediatamente al Tribunal Constitucional, debido a que primero debe agotar todas las instancias pertinentes por la vía judicial, desde apelaciones hasta la Corte Suprema.

De ser negada su petición de revocatoria de carcelería en todas estas instancias recién podría abrir un expediente para presentar su caso en el TC. El tiempo ahora juega en contra de la lideresa del fujimorismo.

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