Obras en Lima generan tráfico, cortes de luz y caos en la ciudad

Lima está sumida en el caos por una ola de obras que parecen no terminar nunca. En casi todos los distritos, los ciudadanos enfrentan desvíos improvisados, calles cerradas, ruido incesante y falta de información sobre los trabajos en curso.

Los vecinos de Miraflores fueron sorprendidos esta semana por una obra en la calle Bolognesi, donde una tubería rota provocó la fuga de miles de litros de agua. "Ya deberían haber cerrado esto, se pierde muchísima agua y el terreno se está debilitando", advirtió un vecino. Sedapal tardó casi una hora en atender la emergencia, mientras la obra se detenía temporalmente.

Miraflores y San Isidro: obras eternas y accesos bloqueados

La remodelación de la avenida Comandante Espinar en Miraflores lleva más de cuatro meses y aún se prolongará por dos más. Los residentes denuncian que el ruido afecta su calidad de vida y que la obra no tiene acceso seguro para personas con discapacidad. "¿Cómo hace alguien en silla de ruedas o con un andador?", cuestionó una vecina.

En San Isidro, los vecinos de la calle Manuel Bañón enfrentan otro problema: una obra paralizada desde hace cinco meses. La pista está destruida, los huecos fueron tapados con maderas y no hay trabajadores en la zona. "Esto es peligroso, hay niños que juegan aquí y no hay ninguna señalización adecuada", alertó una residente.

Petit Thouars: calles cerradas y veredas destruidas sin explicación

La avenida Petit Thouars, que conecta varios distritos, es otra de las zonas afectadas. Un proyecto de renovación de pistas y veredas ha complicado el tránsito y generado cortes de luz en algunas viviendas. "Han roto nuestro cable y nos dejaron sin electricidad desde ayer", denunció un vecino.

Los comerciantes también se han visto perjudicados. "No hay forma de pasar, no se puede trabajar", reclamó un vendedor de gas. Un dueño de restaurante aseguró que sus clientes han dejado de venir porque la zona está bloqueada.

Además, los vecinos de Lince expresaron su indignación porque las veredas que hoy son demolidas fueron remodeladas hace apenas siete meses por la Municipalidad de Lince. Ahora, la Municipalidad de Lima ha decidido hacer nuevas obras, destruyendo lo anterior. "No hay ninguna coordinación, es una pérdida de dinero", señalaron.

Con calles cerradas, obras paralizadas y un tráfico imposible, Lima sigue atrapada en el desorden. Los vecinos piden información clara y una mejor planificación, pero por ahora, el caos continúa.