'Rolling Stones': un concierto histórico en Lima
Legendaria banda británica abarrotó el estadio Monumental
No se exagera cuando se dice que fue un concierto histórico. El espectáculo del que todavía se habla y se hablará empezó a las 9 y 5 de la noche del domingo, y llegó tal cual lo mencionó Mick Jagger, 50 años después de su primera visita a Lima, en aquella ocasión junto a Keith Richards.
[LEE: Rolling Stones: 8 datos históricos de la mítica banda británica]
De hecho, el inacabable Mick Jagger había venido al país para visitarlo, para filmar una película, pero nunca para tocar con su banda. Ayer en el Monumental, los ‘Rolling Stones’ cumplió con sus "causitas" (así los llamó Jagger), tocando ante un auditorio que se enfervorizó, más cuando lanzó: "¡Lima es paja!".
‘Star me up’ alborotó para empezar a los 50 mil asistentes a quienes también les dijo con su español masticado que eran "lo máximo", que teníamos la mejor comida de la región y que coreábamos mejor las canciones que "nuestros vecinos", quizá haciendo un guiño al país de nuestra frontera sur. Coreadas y saltadas hasta el cansancio fueron a no dudarlo: "Paint it black", "Miss you", así como ‘Simpathy for the Devil’, ‘Honky tonk woman’ y ‘Brown sugar’.
Según la votación hecha por internet, los seguidores eligieron el clásico de Bob Dylan ‘Like a rolling stone’ para ser tocada por los ‘Stones’. La banda le dedicó un set al blues, género del que se precian como seguidores eternos. El paso por Lima se cerró con el ‘You can´t always get what you want’, con un preludio de coro limeño. Hasta que llegó el ‘Satisfaction’, final del tour ‘Olé’ con fuegos artificiales que colmó la euforia.
[LEE: Kuczynski: "Mick Jagger me invitó a tocar con The Rolling Stones"]
Jagger corrió por todo el escenario sacudiendo caderas con movimientos serpenteantes, desconcertantes (para algunos), por sus 72 años. Los riffs de Keith Richards y Ron Wood junto al batero Charly Watts, junto a los músicos de soporte, transformaron el mal momento de las desorganizadas entrada y salida del Monumental, en más de dos horas de un concierto para la posteridad.