Vladimir Cerrón habla desde la clandestinidad

El ambiente electoral empieza a calentarse y desde algún lugar de un gran país, el prófugo, líder de Perú Libre, Vladimir Cerrón, sale desde la clandestinidad, en una semana en que la justicia ha inclinado la balanza a su favor.

Dos fallos absolutorios lo traen de vuelta al escenario político y podría estar habilitado para las próximas elecciones presidenciales.

Vladimir Cerrón lleva casi un año y medio en la clandestinidad, desde el día en que lo sentenciaron a 3 años y 6 meses de prisión por colusión simple, precisamente por el caso por el que esta semana la Corte Suprema falló a su favor:  el Aeródromo Wanka.

Desde esa fecha, el 23 de octubre del 2023, nadie lo ha visto. Pero, hoy decidió hablar para Cuarto Poder sobre el complejo e impredecible escenario político que vive el país y las posibles aspiraciones de su partido.

Por ahora, la traición que ha sentido su partido por parte de la presidente Dina Bolaurte, los hace actuar con prudencia, esperar la decisión de las bases y elegir como integrantes de su plancha solo a militantes y no a invitados.

El otro proceso por el que Cerrón tenía una sentencia vigente de 4 años de prisión suspendida fue por el caso La Oroya: lo acusaban del delito de negociación incompatible por haber favorecido a una empresa para brindar sistema de agua potable y alcantarillado en la Oroya, cuando era gobernador de Junín. Entonces fue suspendido de su cargo; sin embargo, ahora el máximo órgano de justicia del país, el Tribunal Constitucional, anuló hace unos días esta sentencia y lo dejó fuera del caso.

Son meses decisivos en la esfera política del Perú y Vladimir Cerrón, viejo político acostumbrado a estos avatares, lo sabe muy bien.

Vladimir Cerrón estaría a punto de dejar de ser el prófugo que nadie buscó durante el gobierno de Boluarte, casi con un pie dentro para participar del proceso electoral que se avecina y a punto de dejar de ser un perseguido de la justicia.

Con las mismas ideas radicales de izquierda de siempre, pero, esta vez, con mucha desconfianza. Después de la decepción vivida en la era Castillo y Boluarte, dice que se mantendrá aún en la sombra hasta que pase el temblor que estaría por llegar.