Ordenan descerraje de vivienda de Eloy Espinosa-Saldaña por no entregar bienes personales a su esposa
El exmagistrado del Tribunal Constitucional, Eloy Espinosa-Saldaña, fue denunciado por su esposa, Rosa María Montero Musso, por maltrato psicológico
El Poder Judicial (PJ) ordenó el descerraje de la vivienda del exmagistrado del Tribunal Constitucional, Eloy Espinosa-Saldaña, rehusarse a entregar los bienes personales a su esposa, Rosa María Montero Musso, quien abandonó el domicilio por maltratos.
El juez Ángel Polanco Tintaya resolvió que Espinosa-Saldaña debe brindar las facilidades necesarias para la ejecución de la medida. En caso de que continúe negándose, podría ser investigado por la Fiscalía por el delito de desobediencia y resistencia a la autoridad.
Espinosa-Saldaña había intentado justificar su actitud, argumentando que él tiene una orden de no acercarse a su expareja; sin embargo, esto fue refutado porque en la diligencia habrá presencia de agentes de la Policía Nacional, así como integrantes del PJ y representantes de las partes, de modo que no habría peligro de nuevos agravios.
MALTRATO PSICOLÓGICO
Rosa María Montero denunció a Espinosa-Saldaña por maltrato psicológico. Al respecto, el Ministerio Público inició las diligencias del caso por presunta violencia familiar.
"Él me pedía cosas y yo a veces no podía porque tenía clases. A veces le decía, que lo podía tener para mañana. Se molestaba conmigo, me gritaba. Ha sido una cosa sistemática. Inicialmente yo opté por aguantar y callarme. Como año y medio, pero llegó un momento en que ya no podía ni dormir. No me dejaba ni dormir. Se metía con temas muy dolorosos para mí, temas familiares. Y que yo jamás los usaría para agredir a alguien", indicó en entrevista a Canal N.
La denunciante aseguró que el exintegrante del Tribunal Constitucional, incluso, interrumpía las clases de inglés que dictaba de manera particular afectando sus labores. Montero, detalló, que los maltratos psicológicos iniciaron hace dos años.
"Esto es violencia psicológica silenciosa. Es una violencia que es de las peores. Porque es poco a poco ingresar en el corazón de la persona que amas y decirle no eres nada. Para un agresor siempre la culpa lo tiene otro. Ha llegado a pesar 44 kilos, imagínate", agregó Rosario Sasieta, asesora legal de Montero.