Tumbes: ladrones asaltan continuamente a pescadores artesanales
Ladrones o “piratas”, como son más conocidos, esperan la absoluta oscuridad en el mar para asaltar a los pescadores artesanales de Tumbes, en el norte del Perú, y robarles lo poco que tienen.
Carlos Luna, de 42 años, está postrado en un sofá de su humilde casa de Puerto Pizarro, en Tumbes, desde hace dos meses. Él, y otros compañeros, se fueron a pescar a ocho horas mar adentro cuando, de madrugada, fueron abordados por los llamados pitaras que iban en dos yates.
Los delincuentes se robaron 100 kilos de cabrilla, el navegador y los celulares de los humildes hombres de mar. Nadie los enfrentó, pero los piratas, con arma en mano, en una especie de ruleta mortal, escogieron a uno de los pescadores para dejarles un recuerdo de por vida.
La pierna de Carlos Luna lleva una bala anclada cerca de su rodilla. La pesca era el único sustento de su hogar. Hoy no puede ir a altamar y tampoco pedir algún tipo de justicia por lo que le pasó.
Es la Marina de Guerra del Perú, la institución encargada de resguardar nuestro litoral. Si la inseguridad en tierra es un problema agobiante, lo que sucede en el mar es también complicado. El buque Río Pativilca es la embarcación encargada de patrullar más de 110 kilómetros de la región Tumbes hasta la frontera con Ecuador.
Desde el año pasado, se ha intervenido a 329 embarcaciones artesanales y a 25 embarcaciones de bandera ecuatoriana. Además, la Marina de Guerra del Perú puso a disposición de la Fiscalía y de la División Especializada del Medio Ambiente de la Policía a 132 tripulantes. Sin embargo, a través de múltiples protestas, los pescadores artesanales sostienen que tener un solo buque patrullero en la región no es suficiente para luchar contra las actividades ilícitas.
Además, consideran necesaria la rotación del personal guardacostas cada cierto tiempo para mejorar las labores de seguridad. La Marina de Guerra, por su parte, indica que, de acuerdo a información que maneja, los piratas suelen asaltar a embarcaciones informales o a pescadores artesanales que navegan fuera del límite marítimo peruano.
Sería, por esa razón, según las autoridades, que las víctimas de los piratas no se atreverían a denunciar los robos ante la Fiscalía. Pero los pescadores artesanales refutan esa versión. Y es que ellos, en lo que va del año, ya han presentado13 protestos de mar por asalto y robo ante la capitanía del puerto de Zorritos, en Tumbes.
Mary Morales, de 45 años, es viuda. Su esposo José Ángel Herna Amaya murió en altamar cuando los piratas lo asaltaron hace un año. Se llevaron la pesca y los instrumentos de navegación. Nadie vio rostros. Solo se escuchó voces y motores de piratas. Enterró a su esposo y allí quedó todo con el mar de testigo. Mary se describe como una mujer atrapada en una coraza sin justicia y sin poder sobrellevar la pérdida.
La ola del infortunio también les alcanzó a Nilo Infantes y a Walter Llinque, ambos pescadores artesanales que ya no pueden trabajar. A don Nilo, hace tres años, los piratas le dejaron con el brazo izquierdo destrozado. En el asalto en altamar, hace ya siete años, a Walter Llique le ingresó la bala por el abdomen y los médicos tuvieron que retirarle parte del intestino. Increíblemente hasta ahora no hay responsables.
LEE: Trabajadores cobran coimas para dar certificados de revisiones técnicas
LEE: PNP captura a banda criminal de falsificadores de billetes y monedas falsas