Donald Trump nombra enviado especial para Groenlandia y genera crisis diplomática con Dinamarca
Dinamarca convoca al embajador de Estados Unidos tras el nombramiento de un emisario especial de Donald Trump para Groenlandia
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha desencadenado una crisis diplomática con Dinamarca tras nombrar al gobernador de Luisiana, Jeff Landry, como enviado especial para Groenlandia. La medida, anunciada a través de la red social Truth Social, busca promover los intereses estadounidenses en la isla, un territorio autónomo danés que el mandatario republicano pretende anexionar desde su regreso a la Casa Blanca en enero.
Trump argumentó que el control de la isla es "esencial" para la seguridad nacional de Estados Unidos, debido a su ubicación estratégica y su riqueza en recursos naturales. El mandatario incluso ha evitado descartar el uso de la fuerza para concretar la adquisición del territorio, señalando que es una medida necesaria para la "supervivencia de sus aliados y del mundo".
Indignación en Copenhague y convocatoria al embajador
La respuesta de Dinamarca no se hizo esperar. Este lunes, el ministro de Relaciones Exteriores danés, Lars Lokke Rasmussen, manifestó estar "profundamente indignado" por el nombramiento de Landry y calificó la acción de Washington como inaceptable. El canciller anunció que convocará al embajador estadounidense en los próximos días para exigir una explicación formal y reiterar la soberanía danesa sobre la isla.
Las autoridades de Groenlandia y la Unión Europea se han sumado al rechazo de lo que consideran pretensiones expansionistas. Por su parte, el enviado designado Jeff Landry agradeció la confianza de Trump y manifestó su disposición para trabajar voluntariamente en el objetivo de que el territorio pase a formar parte de la jurisdicción estadounidense.
Valor estratégico y recursos naturales
El interés de la administración Trump por Groenlandia responde a un análisis de costos y beneficios realizado por la Casa Blanca meses atrás. Informes de medios internacionales como The Washington Post señalan que el gobierno estadounidense ya ha recopilado datos sobre el costo de administración y la rentabilidad que implicaría la explotación de los recursos naturales de la zona.
La situación ha generado una alerta en el bloque europeo, que insta a Washington a respetar la integridad territorial de sus aliados. Mientras tanto, el gobierno de Dinamarca mantiene su postura firme de que Groenlandia no está a la venta, enfrentándose a un escenario de tensión diplomática que podría escalar conforme se formalicen las funciones del nuevo enviado especial.