EE.UU.: Un muerto y dos heridos en ataque a centro de migrantes
Un ataque armado contra un centro de detención de migrantes en Dallas, Estados Unidos, dejó como saldo un fallecido y dos heridos en estado crítico. El autor de los disparos, identificado como Joshua Jahn, de 29 años, abrió fuego desde la azotea de un edificio cercano y posteriormente se suicidó.
El hecho ocurrió en la mañana del miércoles, cuando agentes del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE, por sus siglas en inglés) trasladaban a un grupo de migrantes dentro de la instalación. Según la información oficial, entre los heridos se encuentra un ciudadano mexicano.
Detalles del ataque en Dallas
De acuerdo con el Departamento de Seguridad Nacional, el atacante disparó indiscriminadamente contra el edificio del ICE y una camioneta en la zona de salida. Tres migrantes recibieron impactos de bala; uno de ellos murió en el lugar, mientras que los otros dos permanecen en estado crítico.
El FBI confirmó que el incidente ocurrió poco antes de las siete de la mañana y fue atendido de inmediato por fuerzas policiales y equipos de emergencia. Tras disparar varias veces contra el centro, Jahn se quitó la vida en el sitio.
Investigación del FBI y hallazgos iniciales
El FBI indicó que la investigación se desarrolla bajo la hipótesis de un acto de violencia selectiva. El agente especial Joe Rothrock detalló que se hallaron casquillos de bala con mensajes grabados con la frase “ANTI ICE”, lo que refuerza la hipótesis de un motivo ideológico.
El director de la agencia, Kash Patel, añadió que hasta el momento no hay indicios de participación de otros implicados y que se mantienen abiertas varias líneas de investigación para esclarecer los hechos.
Reacciones de autoridades y políticos
La secretaria de Seguridad Nacional, Kristi Noem, condenó el ataque y lo calificó como un crimen contra la autoridad del Estado. “Estos horrendos asesinatos deben servir como una llamada de atención”, declaró.
Por su parte, el gobernador de Texas, Greg Abbott, aseguró que este hecho no detendrá las operaciones de arresto y deportación de inmigrantes indocumentados. “Trabajaremos con ICE y la policía de Dallas para esclarecer la motivación del asesino”, manifestó.
Un mexicano entre los heridos
La Secretaría de Relaciones Exteriores de México confirmó que uno de los heridos es ciudadano mexicano y permanece hospitalizado en estado crítico. El gobierno mexicano expresó su solidaridad con las víctimas y señaló que dará seguimiento al caso a través de su consulado en Dallas.
El ataque también generó preocupación entre organizaciones de migrantes, que pidieron reforzar la seguridad en los centros de detención y garantizar la protección de los detenidos.
Antecedentes de ataques contra instalaciones migratorias
El ataque en Dallas se suma a una serie de incidentes violentos contra instalaciones de ICE y la Patrulla Fronteriza en Texas. En julio, una sede en Alvarado fue atacada y dejó a un policía herido, mientras que otro episodio en McAllen involucró disparos contra una oficina de la Patrulla Fronteriza.
Estos hechos se producen en medio de un contexto de fuerte tensión política y social en torno a la política migratoria del gobierno estadounidense, que ha intensificado las detenciones y deportaciones en los últimos meses.
Contexto político y migratorio
La administración de Donald Trump mantiene una política estricta contra la migración irregular. En los últimos meses se han incrementado las redadas y deportaciones, lo que ha generado críticas de sectores de la oposición y organizaciones de derechos humanos.
El ataque en Dallas ocurre mientras el debate sobre las medidas migratorias sigue marcando la agenda política en Estados Unidos, con un alto nivel de polarización en torno al papel del ICE y las agencias de control fronterizo.
Un francotirador abrió fuego contra un centro de detención de migrantes en Dallas, dejando un muerto y dos heridos, entre ellos un mexicano. El atacante, identificado como Joshua Jahn, de 29 años, se suicidó tras el tiroteo. El FBI investiga el caso como un acto de violencia selectiva, luego de hallar casquillos con mensajes anti-ICE. Autoridades locales y federales condenaron el ataque y reiteraron que no se detendrán las operaciones migratorias. El incidente se suma a otros ataques recientes contra instalaciones en Texas.