Veracruz amenaza con no jugar en la Liga MX por falta de pagos
El equipo del peruano Iván Santillán tiene programado jugar el viernes contra Tigres
Los jugadores del Veracruz, donde milita el peruano Iván Santillán desde inicios de 2019 y que es dueño de la carta pase de Pedro Gallese, amenazaron con no presentarse a jugar el viernes ante Tigres en el torneo Apertura ante la falta de pagos, mientras la Federación Mexicana de Fútbol le sugirió usar otras formas de reclamo.
El presidente de la Asociación Mexicana de Futbolistas, Álvaro Ortiz, anunció este miércoles que el Veracruz no jugará ante el campeón Tigres en la decimocuarta jornada y se solidarizó con los futbolistas.
Aunque el presidente del equipo, Fidel Kuri, aseguró que a más tardar en una semana liquidará las deudas en pago a los futbolistas, está por ver si éstos cambian la decisión que, según Ortiz, ya fue tomada.
Al referirse a la posible rebelión de los jugadores del Veracruz, la Federación Mexicana sugirió a los futbolistas presentar su queja ante la comisión de conciliación y resolución de controversias del organismo.
"La Liga exhorta a los jugadores del Veracruz a presentar sus reclamos ante la comisión de conciliación y resolución de controversias de la Federación Mexicana de Futbol", comentó un comunicado.
A pesar de representar a una de las zonas de más entusiasmo por el fútbol en México, el Veracruz pasa por el peor momento de su historia.
A nivel de directiva, la deuda con los jugadores es una más luego de algunos casos similares, entre ellos una polémica disputa con el jugador argentino Matías Cahais, al que deberán pagar un millón y medio de dólares por orden de la FIFA que amenazó al equipo con bajarlo de división.
Veracruz descendió el pasado mayo, pero pagó unos seis millones de dólares y con eso compró su permanencia en Primera división, pero lleva 39 partidos sin ganar y es candidato a descender de nuevo en mayo próximo.
Con cuatro empates y ocho derrotas, el Veracruz es el colista del Apertura, con la peor defensa, 31 goles recibidos, y la ofensiva más pobre, solo siete goles convertidos. EFE