Caso Epstein: Correos mencionan viaje de Andrés de Inglaterra al Perú
Un nuevo lote de archivos del caso Epstein incluye correos electrónicos que mencionan al príncipe Andrés y un viaje al Perú en 2002

Un nuevo grupo de más de 11.000 documentos desclasificados por el Departamento de Justicia de Estados Unidos en el marco del caso Jeffrey Epstein incluye menciones al príncipe Andrés, hermano del rey Carlos III del Reino Unido, y a un viaje realizado al Perú en marzo de 2002.
Entre los archivos se encuentran correos electrónicos entre Ghislaine Maxwell, socia de Epstein condenada por tráfico sexual, y una persona identificada como ‘El Hombre Invisible’, alias vinculado al exduque de York a través de dos cuentas de correo electrónico listadas en la agenda de contactos de Epstein.
Referencias al Perú en los correos de 2002
En uno de los mensajes intercambiados entre 2001 y 2002, ‘El Hombre Invisible’ —presuntamente el príncipe Andrés— pregunta a Maxwell si durante su viaje al Perú conoció a “amigos inapropiados”. La respuesta fue: “Solo amigas apropiadas”.
Según registros oficiales, el viaje del entonces duque de York al país se desarrolló entre el 7 y el 13 de marzo de 2002 e incluyó actividades públicas en Lima, Cusco y Machu Picchu, como parte de una agenda diplomática que contemplaba visitas culturales y donaciones. Sin embargo, no se conocen detalles completos de su agenda privada.
No hay cargos actuales contra Andrés de Inglaterra
Hasta el momento, no existen cargos penales nuevos contra Andrés Mountbatten-Windsor, quien renunció a su título nobiliario y funciones oficiales en la familia real británica tras verse implicado en denuncias relacionadas con la red de Epstein.
El contenido publicado no constituye evidencia directa de delito, pero sí refuerza los vínculos del exduque con Ghislaine Maxwell, condenada a 20 años de prisión por su rol en la red internacional de explotación sexual de menores.
Archivos contienen lenguaje y términos comunes en la red
En otros correos, se menciona la búsqueda de “actividades discretas” y “chicas divertidas”, expresiones también presentes en otras comunicaciones atribuidas a colaboradores del entorno de Epstein. Aunque estos términos no implican delito por sí solos, el lenguaje ha sido asociado por investigadores a patrones utilizados en la organización de encuentros con menores.








