Luis Arce renuncia a postular a la reelección en Bolivia
Luis Arce anunció que no buscará la reelección presidencial en Bolivia, en medio de una severa crisis económica y un desplome en las encuestas
El presidente de Bolivia, Luis Arce, anunció este martes que no postulará a la reelección presidencial en las elecciones generales previstas para agosto. La decisión fue comunicada mediante un mensaje transmitido por el canal estatal Bolivia TV, donde afirmó: “Con absoluta firmeza, declino mi candidatura a la reelección presidencial”.
Economista de 61 años, Arce había sido proclamado como candidato por el Movimiento al Socialismo (MAS) apenas semanas atrás, a finales de abril. Sin embargo, la presión por la crítica situación económica y su escasa popularidad en las encuestas lo llevaron a desistir.
Una encuesta publicada en marzo por la consultora Captura le otorgaba apenas 1% de intención de voto, un dato que confirmaba su desgaste político tras cuatro años de gestión marcados por escasez de divisas y combustibles, así como múltiples protestas sociales.
El MAS pierde a su candidato presidencial a tres meses de elecciones
La renuncia de Luis Arce representa un golpe político para el MAS, que atraviesa una fase de división interna y falta de liderazgos definidos. La agrupación había proclamado su candidatura pese a los bajos niveles de aprobación.
Arce fue electo en 2020 como sucesor de Evo Morales con una propuesta de estabilidad económica. Sin embargo, los desequilibrios financieros recientes, el déficit de combustibles y la devaluación han debilitado su imagen como “el arquitecto del milagro económico boliviano”.
En su mensaje, Arce convocó a la izquierda y a las organizaciones sociales a construir una unidad sólida para respaldar al candidato que tenga “las mayores posibilidades de derrotar a los saqueadores de Bolivia”.
Crisis económica y protestas marcaron el final de su gestión
Durante los últimos meses, Bolivia ha enfrentado una creciente escasez de dólares y combustibles, lo que generó largas filas, desabastecimiento e incertidumbre en el mercado. A esto se sumaron protestas de sectores laborales, transportistas y comerciantes.
La presión social deterioró aún más la figura del mandatario. Su renuncia a la reelección es vista como un intento de preservar cierta cohesión en el MAS y evitar una derrota electoral que impacte la continuidad del proyecto político iniciado por Morales en 2006.
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