Nigeria: 303 alumnos secuestrados y ataque a iglesia

El 21 de noviembre, 315 personas —entre 303 estudiantes y 12 docentes— fueron secuestradas de una escuela católica en la comunidad de Papiri, estado de Níger, en el centro-oeste de Nigeria. La acción fue ejecutada por un grupo de aproximadamente 60 milicianos armados que ingresaron al colegio a bordo de automóviles y motocicletas, según informaron medios locales y voceros de la Asociación Cristiana de Nigeria.

Los atacantes irrumpieron en los dormitorios y capturaron a menores de entre 12 y 17 años. Algunos estudiantes lograron escapar, pero la mayoría permanece en condición de rehenes. El hecho ocurrió en una institución ubicada cerca del cruce que conecta las localidades de Yelwa y Mokwa.

Otras regiones también reportan secuestros y ataques armados

En las últimas semanas, Nigeria ha registrado una escalada de hechos violentos en distintos estados. El 17 de noviembre, 25 estudiantes fueron secuestrados de una escuela secundaria predominantemente musulmana en el estado de Kebbi. El mismo día, en Zamfara, fueron secuestradas 64 personas —incluidas mujeres y niñas— desde sus hogares.

El 18 de noviembre, en el estado de Kwara, al sur del estado de Níger, hombres armados atacaron una iglesia en Eruku durante una misa. El saldo fue de dos personas muertas y 38 secuestradas. Según fuentes locales, los atacantes exigieron rescates de hasta 69.000 dólares por las víctimas capturadas.

Las autoridades mantienen el nivel de alerta elevado y han desplegado personal militar en regiones de alta vulnerabilidad. Ninguno de los ataques ha sido adjudicado oficialmente a un grupo específico hasta el momento.

Reacción internacional ante los hechos

Ante los recientes secuestros, diversas voces de la comunidad internacional han expresado preocupación. Desde Estados Unidos, voceros del entorno del presidente Donald Trump declararon que el país evalúa posibles medidas en respuesta a la situación de inseguridad.

En el ámbito cultural, la rapera Nicki Minaj llevó el caso ante las Naciones Unidas, exigiendo atención internacional sobre los ataques a comunidades religiosas. La artista ha utilizado sus redes sociales para visibilizar la situación y pedir acción por parte de organismos multilaterales.