En la noche del jueves, seis manzanas del asentamiento humano Nuevo Renacer de Chimbote fueron consumidas por el fuego de un gran incendio, que dejó como saldo 200 casas reducidas a cenizas a pocas horas del Año Nuevo.
Mujeres y niños corrían para poner a salvo sus vidas, mientras que otros intentaban rescatar sus pertenencias. Afortunadamente no hubo víctimas de consideración, pero sí cinco personas que fueron trasladadas al hospital con golpes y síntomas de asfixia.
Las viviendas hechas de madera y esteras desaparecieron producto de las fuertes llamas y las múltiples explosiones de balones de gas.
Aún se desconoce el origen del incendio, pero la respuesta estaría en las diferentes conexiones clandestinas que existen en la zona.