El abandono de los estadios del IPD

Así se vivía el fútbol en el Estadio Manuel Gómez Arellano de Chimbote en Áncash. El recinto con una capacidad para 15 mil espectadores era una fiesta deportiva.

El 2009, el Instituto Peruano del Deporte transfirió este coliseo a la Municipalidad Provincial del Santa. En 2020, con la pandemia, y para evitar la propagación de la peste, la municipalidad reubicó aquí temporalmente a un grupo de ambulantes.

Pero lo temporal se hizo permanente, y lo que fue la cancha del estadio Gómez Arellano hoy está ocupada por más de 200 puestos de venta. El deterioro de la instalación es evidente.

Las gradas de las tribunas se desmoronan, algunas áreas sirven como almacén de jabas, cámaras de llantas y otros trastos, y la caseta de transmisión luce abandonada. Este estadio que tiene pintado en una de sus muros el nombre del IPD hoy es un mercado.

En Piura, el estadio Miguel Grau, construido en 1958, tiene una capacidad para unos 25 500 espectadores y fue escenario de partidos de la Copa América 2004 y del Mundial Sub 17 2005.

Cedido por el IPD al gobierno regional, por fuera el estadio luce así y por dentro la cancha de fútbol ya no existe. Todo ha sido invadido por la maleza.

Su pista de atletismo es deprimente. El material sintético que la recubre se desprende con facilidad y sobre ella, entrenan y compiten los escolares de esta región. ¿Esto se merecen nuestros niños y adolescentes?

El 5 de diciembre del 2024, el IPD y el Gobierno Regional de Piura firmaron una adenda para ampliar y mejorar este recinto deportivo. El presupuesto proyectado es de 200 millones de soles.

En Tacna, el estadio Jorge Basadre Grohmann, inaugurado en 1954 con una capacidad para casi 20 mil personas ha sido escenario de partidos internacionales y actualmente, se juegan aquí algunos encuentros locales de la Copa Perú. Pero, en los camerinos, los baños no tienen agua

Los casilleros han desaparecido, lo mismo que algunos extinguidores. La falta de mantenimiento se nota en paredes y techos.

Hacia el sur de Lima, en Ica, el polideportivo Santa María y el de San Isidro, locales del Instituto Peruano del Deporte, muestran piscinas vacías y sucias, canchas de fútbol, frontón, vóley y básquet sin mantenimiento y montículos de basura en vez de jardines.

En julio del año pasado, el gobernador regional de Ica, Jorge Hurtado, suscribió convenios, a través de la modalidad de obras por impuestos, para la construcción de los complejos deportivos Santa María y San Isidro a un costo de más de 83 millones de soles.

Dicen que para muestra un botón, veamos si las obras proyectadas se concretan. Veamos si se rescatan estos estadios. La palabra la tiene ahora el IPD.