Alumnos estudian en un bar y cementerio

Enfrentan condiciones indignas para continuar sus estudios. La palabra clave es precariedad, y la respuesta del Estado parece lejana
La educación pública atraviesa una grave crisis en regiones como Loreto y Piura. A casi un mes del inicio de clases, los escolares del Colegio Juan José Bardales Chuquipiondo, en Iquitos, y del Colegio 14254 en Ayabaca, enfrentan condiciones indignas para continuar sus estudios. La palabra clave es precariedad, y la respuesta del Estado parece lejana.
Condiciones indignas en Iquitos afectan a estudiantes de primaria
En Punchana, distrito de la región Loreto, los menores del colegio Juan José Bardales Chuquipiondo han sido trasladados a un bar debido a que su plantel no está en condiciones de funcionar. Sentados en mesas junto a cajas de cerveza, estos escolares reciben clases en plena vía pública.
La institución, que depende del Estado, presenta fallas estructurales graves desde el inicio del año escolar 2025. Ante esta situación, las autoridades optaron por reubicar a los alumnos en espacios inadecuados, sin tomar medidas inmediatas de solución.
El uso de locales donde se expenden bebidas alcohólicas no solo pone en riesgo su seguridad, sino que compromete la calidad de su aprendizaje.
Capilla reemplaza a colegio colapsado en Piura
En Ayabaca, región Piura, la situación también es crítica. Más de cien estudiantes del Colegio 14254, de los niveles primaria y secundaria, asisten a clases entre lápidas y bloques de concreto. La capilla, originalmente destinada a oficios religiosos, ahora sirve como improvisada aula escolar.
Las torrenciales lluvias en la provincia norteña dañaron seriamente la infraestructura del plantel. Algunas aulas colapsaron y se encuentran inhabitables, con paredes y techos comprometidos por deslizamientos de tierra.
La falta de intervención rápida por parte de los gobiernos central, regional y local ha dejado a estos estudiantes a su suerte, exponiéndolos a riesgos físicos y a la pérdida de oportunidades educativas.