Castillo protagoniza fuerte intercambio de palabras con jueces

Durante su reciente intervención ante los magistrados, el expresidente Pedro Castillo defendió su propuesta de convocar una Asamblea Constituyente como uno de los ejes de su mandato.

Señaló que fue elegido por más de nueve millones de peruanos con el objetivo de “dar al Perú la primera Constitución del pueblo”, en referencia a una Carta Magna elaborada desde la base ciudadana.

Castillo insistió en que su propuesta respondía a una necesidad sentida por amplios sectores sociales y que ello motivó una campaña de desprestigio en su contra. “Los grupos de poder han hecho todo lo posible para tenerme acá, inventando que yo iba a quitarle sus bienes o instaurar un gobierno comunista”, afirmó.

El expresidente lamentó las consecuencias que su encarcelamiento ha tenido para su familia. Dijo que su madre, su hija menor y su esposa, Lilia Paredes, están atravesando situaciones difíciles derivadas de este proceso judicial. “No es posible que, por mi encierro, también se afecte la salud y bienestar de mis seres queridos”, señaló.

Críticas al sistema judicial y pedido de juicio popular

En su testimonio, el exmandatario cuestionó a los magistrados por actuar, según él, alejados de la realidad nacional. Los instó a salir de su “mundo de la legalidad” y a conocer de cerca las condiciones en las que viven los sectores más humildes. “Me gustaría que caminen con su medalla y su reloj por cualquier espacio del pueblo”, expresó.

Castillo propuso incluso que se realice un juicio desde el pueblo, involucrando a la fiscalía y la procuraduría, fuera del ámbito judicial tradicional. En su discurso, apeló constantemente a su origen campesino, a su rol como maestro rural y rondero, y a su identificación con los sectores más olvidados del país.

Pedro Castillo también agradeció a quienes lo apoyan desde el extranjero y mencionó que aún tiene más razones para explicar las causas de su detención. 

El exmandatario concluyó su intervención señalando que seguirá defendiendo su inocencia y la legitimidad de su mandato.