Colectiveros continúan operando en la avenida Javier Prado

En el cruce de la avenida Aviación con Javier Prado, tanto en dirección a La Molina como al Callao, se observa un incremento alarmante de la informalidad en el transporte.  

Minivans y vehículos sin SOAT, sin revisión técnica vehicular y, en muchos casos, sin licencia de conducir, operan en estas áreas. Estas unidades son protagonistas frecuentes de accidentes en Lima Metropolitana.

Según cifras oficiales, 2,937 vehículos han sido intervenidos por falta de licencia de conducir y SOAT en lo que va del año. Además, 1,683 unidades fueron detenidas entre enero y abril por no contar con el certificado de inspección técnica vehicular.

Esto pone en riesgo la vida de los pasajeros, ya que, en caso de accidente, no tendrían acceso al tratamiento médico adecuado. 

Frente a la Biblioteca Nacional, otro punto crítico de transporte informal se observa cómo los vehículos esperan durante varios minutos para ser abordados por pasajeros.

En estos lugares, operan personas conocidas como 'dateros' que organizan y avisan a los conductores sobre la presencia de operativos policiales. 

Utilizan carriles del Corredor Rojo

La situación es igualmente grave en los carriles segregados para los corredores de transporte formal, como el corredor rojo, que son utilizados de manera ilícita por estos vehículos informales.

Esta mañana, no se observó la presencia de funcionarios de la ATU ni de policías que pongan orden, permitiendo así que estos vehículos operen con total impunidad. 

Muchos de estos conductores reciben multas, pero continúan operando, y algunos incluso tienen antecedentes penales, exponiendo a los pasajeros a riesgos adicionales. La demanda de movilidad y la falta de fiscalización adecuada agrava la problemática.

Además, la situación se repite en otras arterias principales como la avenida Arequipa y la avenida La Marina, donde los taxis colectivos informales también invaden las vías y utilizan los carriles segregados sin control.

La violencia contra los fiscalizadores y la falta de capacidad de acción sin presencia policial son problemas recurrentes.