La cronología del secuestro de Valeria Vásquez en la puerta de su casa

La banda que secuestró a Valeria Vásquez de 12 años, y que estaría dirigida por Erick Luis Moreno Hernández, alias “El Monstruo”, planificó al milímetro el circuito por donde abordaría a su víctima y la ruta que tomaría para su huida.

Eran la 1:49 de la tarde. Se observa a la movilidad escolar que traslada a Valeria hacia su casa en Comas. A solo unos metros está ubicado su colegio, en plena avenida Trapiche. Un vehículo dobla hacia la avenida La Alameda y sigue su dirección.

Es en este punto donde los delincuentes empiezan el seguimiento a la movilidad que lleva a la menor.

Seis minutos antes, había pasado por este mismo lugar la van de los delincuentes. Ellos sabían que este era el paso obligado de la movilidad que trasladaba a Valeria, su hermano y otros menores.

De pronto, el chofer del vehículo de los delincuentes baja su velocidad. Otro registro, muestra cómo metros más adelante la salida de un auto detiene el tránsito de la movilidad de Valeria. Los secuestradores saben que no pueden acercarse mucho para evitar sospechas. Tenían todo bajo control. Incluso el chofer habría utilizado guantes para manejar este carro que circulaba con placa clonada.

La movilidad de la niña continúa su recorrido por la calle 15. Los plagiarios ya saben que están a punto de entrar en acción. Han doblado en la calle Minutisa, donde vive la niña.

El secuestro de Valeria se consumó segundos después. Aunque las cámaras no registraron el momento exacto del plagio, se demuestra la rapidez con la que actuaron dejando abierta la puerta de esta van durante su huida. Apenas se ve la zapatilla de uno de los secuestradores.

Les tomó un minuto y 15 segundos volver a pasar por esta misma calle donde habían seguido a su víctima momentos antes.

A esta mujer que camina con tranquilidad le llama la atención el paso de este vehículo, que huye de prisa de este lugar. Luego, avanza a toda carrera durante su paso.

Esta otra toma, indica que escapan hacia la avenida Trapiche, con rumbo desconocido. Fueron cinco minutos los que necesitaron los delincuentes para secuestrar a esta menor a plena luz del día.