Murió Luis Alva, tenor peruano y leyenda de la lírica mundial

Luis Alva, uno de los más grandes tenores que ha dado el Perú y referente internacional en la lírica, falleció a los 98 años en Milán, ciudad en la que residía desde hace varias décadas. La noticia fue confirmada este jueves por la agencia oficial Andina.

El reconocido artista peruano alcanzó la fama mundial en 1956, cuando interpretó con gran éxito al conde de Almaviva en “El barbero de Sevilla”, en el prestigioso teatro La Scala de Milán, junto a la soprano María Callas. Aquella producción fue tan aclamada que se grabó en Londres bajo la dirección del maestro Alceo Galliera.

El inicio de una carrera internacional

Luis Alva nació el 10 de abril de 1927 en la ciudad de Paita, en el norte del Perú. Su trayectoria profesional comenzó en 1949, tras grabar un disco de la zarzuela Luisa Fernanda. Ese primer logro lo llevó a continuar su formación en la Scala de Milán, epicentro mundial del bel canto.

Gracias a su voz de tenor ligero y una técnica refinada, Alva se presentó en los principales teatros de ópera del mundo, consolidando una carrera que lo convirtió en uno de los artistas líricos más importantes de Latinoamérica.

Reconocimiento de Juan Diego Flórez

Tras conocerse la noticia de su fallecimiento, el tenor peruano Juan Diego Flórez se pronunció en su cuenta de Instagram. “Hoy el Perú y el mundo de la ópera despiden a una de sus más grandes voces: el querido y admirado tenor peruano Luis Alva (Luigi Alva)”, escribió, destacando la admiración que generó entre las nuevas generaciones.

La publicación fue acompañada de una fotografía y palabras de gratitud, reflejando el impacto que Alva dejó en el mundo artístico y en sus colegas más jóvenes.

Promotor de la ópera en el Perú

En 1980, Luis Alva fundó la Asociación Proarte Lírico, luego llamada Asociación Prolírica del Perú. Gracias a esta institución, se organizaron destacadas temporadas de ópera en Lima, lo que permitió a miles de peruanos disfrutar de este género musical en escenarios nacionales.

Su compromiso con el arte lírico no solo se reflejó en su carrera internacional, sino también en su esfuerzo por fomentar la ópera en su país de origen, dejando un legado educativo y cultural.