Pobreza monetaria bajó a 27.6 % en 2024, según el INEI
Se redujo a nivel nacional, pero en regiones como Cajamarca y Loreto los índices superan el 40 %, según el INEI.

El Instituto Nacional de Estadística e Informática (INEI) informó que la pobreza monetaria en el Perú se redujo a 27.6 % durante el año 2024, lo que representa a más de 9.3 millones de personas.
El informe del INEI también destaca que la reducción ha sido más marcada en las zonas urbanas, donde la pobreza monetaria pasó de 26.4 % a 24.8 %. En el ámbito rural, la disminución fue menos significativa, al bajar de 39.8 % a 39.3 %. Lima Metropolitana, por su parte, igualó el promedio nacional con un 27.6 %.
Esta cifra supone una mejora frente al 2023, ya que cerca de 386 mil ciudadanos dejaron de encontrarse en condición de pobreza. No obstante, la situación varía significativamente a nivel regional, con departamentos como Cajamarca y Loreto superando el 40 % de incidencia.

Economista advierte sobre bajo crecimiento económico
El economista Enrique Castellanos destacó que esta reducción es positiva, pero aún insuficiente. En diálogo con Canal N, señaló que el país necesita un crecimiento económico sostenido de al menos 5 % para lograr reducciones significativas y duraderas de la pobreza.
“Los últimos 10 años hemos crecido por debajo del 3 %, lo cual ha generado una percepción de estancamiento en la población”, indicó.
Castellanos advirtió que factores como la inflación de alimentos y la desaceleración económica global también impactan en la pobreza. Recalcó la importancia de mantener la estabilidad macroeconómica y mejorar la eficiencia del gasto social para consolidar los avances registrados.

Ingreso y gasto real crecieron ligeramente en 2024
El informe del INEI indica que durante el 2024, el ingreso real mensual por habitante se incrementó en 2.3 %, pasando de S/ 1 170 a S/ 1 196. Este crecimiento se observó en todas las regiones, siendo mayor en el resto urbano (2.4 %), seguido por Lima Metropolitana y Callao (1.8 %) y el área rural (1.1 %). En cuanto al gasto mensual por persona, se registró un aumento de 1.2 %, de S/ 881 a S/ 891.
La línea de pobreza monetaria, es decir, el costo mensual de la canasta básica de consumo, se fijó en S/ 454 por persona. Una familia de cuatro integrantes requeriría al menos S/ 1 816 mensuales para cubrir sus necesidades básicas. En el caso de la pobreza extrema, la canasta alimentaria fue calculada en S/ 256 por persona.
Brechas profundas y perfiles afectados por la pobreza
El INEI advirtió que los departamentos de Cajamarca (45.0 %) y Loreto (43.0 %) registran los mayores niveles de pobreza monetaria en el país. En contraste, Ica (6.0 %), Moquegua (11.0 %) y Madre de Dios (11.1 %) presentan los índices más bajos. La pobreza extrema, por su parte, afecta al 5.5 % de la población, equivalente a 1 millón 872 mil personas.
Entre las características más comunes de los hogares pobres, se identificó que la mayoría son liderados por jefes sin educación superior. La pobreza alcanza al 38.8 % de hogares con jefes con primaria, al 29.1 % con secundaria y solo al 10.7 % con estudios superiores. Asimismo, los hogares cuyos jefes tienen lengua materna amazónica son los más afectados (53.9 %).
Servicios básicos e inclusión financiera aún limitados
El acceso a servicios básicos también refleja las desigualdades. Solo el 30.2 % de la población pobre accede a agua con cloro adecuado y el 56.6 % cuenta con conexión a red pública de desagüe. En cuanto a conectividad, el 36.7 % de la población pobre tiene acceso a internet, mientras que en pobreza extrema la cifra cae al 17 %.
Respecto al sistema financiero, el 42.2 % de la población pobre mayor de 18 años posee al menos una cuenta bancaria, en comparación con el 35.6 % de la población en pobreza extrema.
La pobreza monetaria en Perú bajó a 27.6 % en 2024, una mejora moderada frente al 2023, según el INEI. Sin embargo, regiones como Cajamarca y Loreto superan el 40 %, evidenciando profundas desigualdades. Para el economista Enrique Castellanos, la clave está en retomar el crecimiento económico sostenido, por encima del 5 %, si se quiere consolidar la reducción de la pobreza.