Ollas comunes de Ticlio Chico enfrentan invierno sin servicios

Las ollas comunes de Ticlio Chico enfrentan las condiciones más adversas del invierno limeño: frío, humedad, vías intransitables y falta de servicios básicos complican su continuidad
El invierno en Lima Sur ha expuesto nuevamente las condiciones extremas en las que sobreviven cientos de familias en las zonas altas de Villa María del Triunfo. En la zona de Ticlio Chico, donde la humedad supera el 90% y las lluvias se mantienen constantes, las ollas comunes operan en una situación crítica: sin abrigo, sin servicios básicos y con el deterioro acelerado de los alimentos que logran conseguir.
La olla común “Jesús mi fortaleza”, ubicada en el asentamiento humano Ciudad de Gosen, alimenta diariamente a 54 personas. Sus responsables —mayoritariamente mujeres— trabajan desde la madrugada, utilizando leña o cartón para encender las cocinas, mientras enfrentan agua helada, barro, enfermedades respiratorias y la descomposición de sus insumos por la humedad.
¿Qué problemas enfrentan las ollas comunes en Ticlio Chico?
El frío, el lodo y la falta de pistas convierten la rutina en una jornada de riesgo. Los mototaxis que intentan subir con insumos o trasladar personas quedan atascados por el peso. Las calles sin asfaltar hacen imposible un acceso seguro, tanto para los voluntarios como para los beneficiarios de estas ollas comunes.
Los productos frescos se pierden en uno o dos días. “La cebolla ya está brotada y tenemos que revisar pieza por pieza para ver si algo se puede usar”, señala una de las cocineras. La humedad invade incluso sus hogares, construidos con calamina y triplay. Respirar se vuelve difícil. “No respiramos aire, respiramos agua”, afirman.
La ropa no seca por semanas, los resfríos se prolongan y las dolencias empeoran por falta de tratamiento. Muchas madres cocinan con fiebre o malestar. “No podemos enfermarnos. Si no cocinamos, ¿quién lo hace?”, remarcan.
¿Qué tipo de ayuda requieren?
Las ollas comunes, nacidas en plena pandemia, siguen operando sin apoyo continuo del Estado. Requieren alimentos no perecibles, verduras, abrigo, mantas, implementos de cocina y agua potable. La falta de refrigeración o almacenes adecuados agrava la conservación de insumos en temporada de invierno.
Pese a las dificultades, las familias continúan firmes en su compromiso con la comunidad. La falta de infraestructura y respuesta estatal ha sido reemplazada por organización vecinal y resiliencia, pero el impacto físico, sanitario y emocional sobre las familias ya es evidente.
Resumen
En Ticlio Chico, las ollas comunes continúan funcionando en medio del invierno más hostil de Lima Sur. Frío, lluvias, caminos intransitables y falta de servicios básicos afectan tanto la salud de quienes cocinan como la seguridad alimentaria de toda la comunidad. La situación exige atención urgente para evitar un deterioro mayor en las condiciones de vida de estas zonas vulnerables.