Argentina exige acción inmediata de la Corte Penal Internacional por Venezuela
En La Haya, Argentina exigió a la CPI avanzar con arrestos por crímenes atribuidos al régimen de Nicolás Maduro

Argentina solicitó a la Corte Penal Internacional (CPI) una intervención inmediata ante el deterioro de la situación en Venezuela, y pidió avanzar con órdenes de arresto contra los principales responsables de los crímenes de lesa humanidad atribuidos al gobierno de Nicolás Maduro.
El reclamo fue expuesto durante la apertura de la Asamblea de Estados Parte del tribunal, que se celebra en La Haya, Países Bajos, y marcó uno de los momentos más tensos del evento.
Representante argentino pidió acciones expeditivas
El representante argentino ante la CPI, Diego Emilio Sadofschi, señaló que “la situación en Venezuela, que se ha deteriorado aún más tras las elecciones de julio de 2024, exige una atención inmediata”.
Sadofschi lamentó que desde que la Oficina del Fiscal anunciara en noviembre de 2021 la conclusión del examen preliminar sobre Venezuela, se haya registrado poco avance. Subrayó la necesidad de investigaciones rigurosas y rápidas, que incluyan el dictado de órdenes de arresto.
Investigación formal abierta desde 2021
La Fiscalía de la CPI abrió formalmente una investigación sobre la situación en Venezuela en el año 2021, tras denuncias presentadas por varios países, entre ellos Argentina. Según Sadofschi, este proceso es clave para evitar el sufrimiento prolongado de las víctimas y mantener la credibilidad del sistema de justicia internacional.
El representante remarcó que los crímenes denunciados incluyen detenciones arbitrarias, tratos inhumanos y otras violaciones graves de derechos humanos.
Venezuela rechazó el pronunciamiento argentino
La respuesta oficial del gobierno venezolano no se hizo esperar. El embajador Héctor Constant Rosales acusó a Argentina de “politizar de forma altisonante” la conferencia y de atacar la legitimidad del gobierno de Nicolás Maduro.
Durante su intervención, el representante de Venezuela cuestionó la oportunidad y el tono del mensaje argentino, sosteniendo que se trató de una intromisión en asuntos internos.








