Cardenal Kevin Farrell asume funciones como camarlengo
Tras la muerte del papa Francisco, Farrell encabeza el periodo de transición del Vaticano hasta la elección del nuevo pontífice.

Con la confirmación oficial del fallecimiento del papa Francisco, el cardenal Kevin Farrell asumió funciones determinantes en el Vaticano como camarlengo de la Santa Sede, cargo que lo coloca como máxima autoridad operativa durante el periodo de sede vacante.
Farrell, de 77 años y con nacionalidades irlandesa y estadounidense, fue el encargado de informar al mundo sobre la muerte del pontífice.
“Con profundo dolor debo anunciar el fallecimiento de nuestro Santo Padre Francisco. A las 7:35 de esta mañana, el Obispo de Roma, Francisco, regresó a la casa del Padre”, expresó en un mensaje difundido desde el Vaticano.
El camarlengo es la figura eclesiástica designada para preservar la estabilidad institucional de la Iglesia en ausencia del papa.
Entre sus funciones se encuentra la confirmación de la muerte del pontífice, la custodia del cuerpo, la coordinación del funeral y del entierro, así como la organización del cónclave que elegirá al sucesor.
Durante este proceso, el camarlengo también tiene la tarea de garantizar el funcionamiento básico del Vaticano, sin intervenir en decisiones de carácter doctrinal.
La normativa vaticana prohíbe que se tomen decisiones trascendentales durante el periodo de sede vacante.
Farrell, cercano a Francisco, tiene una sólida trayectoria pastoral en México y Estados Unidos.
Es conocido por su perfil discreto, su habilidad organizativa y su compromiso con la transparencia dentro de la Iglesia.
El cardenal también es responsable de custodiar el testamento del papa Francisco, un documento simbólicamente crucial durante la transición.
Su rol, en momentos extraordinarios como este, se convierte en el eje que asegura la continuidad de la Iglesia Católica hasta la elección de un nuevo líder espiritual.