Caso que abrió Nisman contra presidenta de Argentina queda en suspenso

La denuncia contra la presidenta Cristina Kirchner que presentó el fiscal Alberto Nisman cuatro días antes de morir no tiene juez y al parecer quedará trabada en un conflicto de competencia.

Según explica el diario argentino La Nación, el fiscal Alberto Nisman presentó su denuncia el 14 de enero pasado. Nisman pidió la indagatoria y el embargo de bienes de la presidenta Cristina Kirchner y el canciller Héctor Timerman, a quienes acusó de haber sido autores de una conspiración para encubrir a los responsables iraníes del atentado a la AMIA. Adicionalmente, Nisman estaba preparando un borrador para pedir su detención.

[LEA: Argentina: Hallan muerto a fiscal que pidió investigar a Cristina Fernández]

Aunque el procedimiento normal manda que cada nueva denuncia debe presentarse ante la Cámara Federal, que lo deriva a un juzgado, Nisman llevó la suya directo al juzgado de Ariel Lijo, argumentando que él ya investiga otra maniobra de encubrimiento del atentado.

Nisman presentó la denuncia mientras el Poder Judicial argentino estaba de vacaciones, y ayer, primer día hábil tras el receso judicial, Lijo se declaró incompetente para realizar dicha investigación, argumentando que la denuncia presentada por Nisman se refiere a hechos, actores y tiempo que difieren muchísimo del caso que él viene llevando.

[LEA: Nisman quería pedir detención de Cristina Fernández]

La Cámara Federal aceptó la solicitud de Lijo y la sorteó entonces entre los otros jueces que están de turno. Le tocó a Daniel Rafecas.

Sin embargo, según destaca La Nación, el magistrado Rafecas tiene preparado un borrador que presentará ante la cámara para devolverle el caso a Lijo, argumentando que dos jueces distintos investigando hechos similares podrían llegar a conclusiones contradictorias.

Lo preocupante, según el Diario, es que la contienda puede quedar trabada, y que mientras se resuelve este tanto, la investigación contra la Presidenta y sus presuntos cómplices todavía no empieza, pues no hay un requerimiento fiscal que dé inicio formalmente a la causa.