Francia prohíbe fumar en playas y colegios desde 1 de julio

A partir del 1 de julio, estará prohibido fumar en playas, parques, jardines públicos, alrededores de colegios, marquesinas de autobuses e instalaciones deportivas en toda Francia. La medida, anunciada por la ministra de Sanidad Catherine Vautrin, forma parte del Programa Nacional de Lucha Antitabáquica 2023-2027.

La iniciativa busca proteger especialmente a los niños del tabaquismo pasivo y fomentar entornos libres de humo. La sanción por incumplir la norma será una multa de 135 euros.

Francia: ¿Qué espacios estarán afectados por la prohibición?

La nueva norma abarca playas, jardines públicos, entornos escolares, marquesinas de autobús, centros educativos de secundaria y superior, y recintos deportivos. La medida no incluye las terrazas de cafés ni el uso de cigarrillos electrónicos.

Catherine Vautrin indicó que el objetivo es asegurar espacios saludables para la población infantil y juvenil, afirmando que "la libertad de fumar termina donde empieza el derecho de los niños a respirar aire puro".

¿Qué dice la sociedad civil sobre la medida?

Organizaciones como el Comité Nacional Antitabaco (CNCT) y la Liga contra el Cáncer respaldan la decisión. Señalan que los espacios sin humo no solo protegen del tabaquismo pasivo, sino que también desincentivan el consumo activo.

Más de 1600 autoridades locales ya habían implementado iniciativas similares en unas 7000 zonas públicas, lo que facilitó la expansión de la prohibición a nivel nacional.

¿Qué otros planes tiene Francia contra el tabaquismo?

El gobierno francés evalúa reducir el contenido de nicotina y limitar los aromas en los productos de tabaco para 2026. Aunque no se prevé un aumento inmediato de impuestos al tabaco, se analizan medidas complementarias para desalentar su consumo.

Actualmente, el tabaco causa 75 000 muertes al año en Francia y tiene un costo social estimado de 156 000 millones de euros anuales.

En conclusión, con esta nueva medida, Francia da un paso significativo hacia su meta de una generación sin tabaco para 2032. Se espera que la restricción no solo proteja a los más vulnerables, sino que también impulse a más personas a dejar de fumar.